La protesta también busca responder a los dichos recientes del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien sugirió que muchos trabajadores del Garrahan serían “ñoquis”. Como respuesta simbólica, los trabajadores organizaron una “ñoquiada” en el hospital al mediodía.
“Hay 900 trabajadores en logística y más de 3.100 en asistencia directa. Sin todos ellos, no podríamos mantener los niveles de atención que hacen del Garrahan un hospital de referencia en América Latina”, aseguró Lezana.
Además, denunció que más de 200 trabajadores ya renunciaron por los bajos sueldos y advirtió que la situación se vuelve insostenible.
Salarios insuficientes y tareas de alta exigencia
Profesionales con décadas de trayectoria aseguran que sus ingresos no alcanzan para cubrir gastos básicos. “Con 36 años de experiencia gano 2 millones de pesos y no me alcanza para pagar alquiler ni servicios”, contó una nutricionista del hospital.
Según el gremio, un enfermero promedio cobra cerca de 1 millón de pesos, trabajando jornadas extenuantes y con responsabilidades críticas.
“El Garrahan no es un hospital más, es un símbolo de la salud pública y de alta complejidad pediátrica. Si lo desfinancian, afectan a todo el país”, advirtieron desde el equipo organizador.
El paro se mantendrá por 24 horas, aunque no se descartan nuevas medidas si no hay avances en las negociaciones.