La serie del momento en Netflix vuelve a ser tendencia con su nueva temporada y sorprende con una historia que mezcla ciencia ficción y drama familiar.
Netflix causa furor con el estreno de la segunda temporada de su serie más popular.
La serie más vista en Netflix no solo ha regresado con nuevos episodios, sino que también se ha catapultado al top 10 de lo más visto en la plataforma. En pleno junio de 2025, muchos usuarios buscan opciones para maratonear y esta producción se ha convertido en una favorita inesperada.
Se trata de La Brea, una serie de ciencia ficción con tintes de drama que explora temas como la supervivencia, los vínculos familiares y los misterios del tiempo. Aunque su punto de partida es un suceso catastrófico, lo que realmente atrapa es el desarrollo humano de sus personajes y el mundo paralelo en el que deben desenvolverse.
Todo comienza cuando un enorme agujero se abre repentinamente en el centro de Los Ángeles. Lo que parece un fenómeno geológico sin precedentes se transforma rápidamente en un misterio que desafía cualquier lógica: las personas que caen en ese socavón no mueren, sino que despiertan en una versión primitiva del planeta, un entorno que parece detenido en la era prehistórica.
Desde ese momento, La Brea se convierte en una narrativa de doble línea: por un lado, seguimos la vida de los sobrevivientes atrapados en este nuevo mundo, enfrentando peligros naturales, criaturas extintas y conflictos humanos; por el otro, observamos los esfuerzos en la superficie por entender qué ocurrió, cómo funciona el fenómeno y si es posible recuperar a los desaparecidos.
Esta última entrega, recientemente lanzada en Netflix, cierra varios arcos argumentales y mantiene el suspenso hasta el final. Con episodios de menos de una hora, su ritmo ágil permite ver múltiples capítulos en una sola sesión, algo que muchos suscriptores agradecen.
Aunque el contexto de ciencia ficción es uno de los grandes atractivos de La Brea, lo que sostiene emocionalmente a la serie es su enfoque en una familia fracturada por el desastre. La protagonista, Eve Harris (interpretada por Natalie Zea), se convierte en una figura central en la lucha por la supervivencia, mientras intenta cuidar a sus hijos y entender el nuevo entorno.
En la superficie, su esposo Gavin Harris (interpretado por Eoin Macken) también enfrenta una odisea personal: no solo debe encontrar la forma de rescatar a su familia, sino que comienza a tener visiones que podrían estar relacionadas con el fenómeno del socavón. La historia gana complejidad al incorporar elementos de memoria reprimida, trauma del pasado y la posibilidad de que Gavin tenga una conexión directa con este extraño universo.
Lejos de las tramas frías y futuristas que a menudo caracterizan al género, La Brea apuesta por un enfoque más cálido, donde lo esencial son las relaciones humanas y los dilemas morales. En ese sentido, recuerda a producciones como Lost o Stranger Things, aunque con una identidad propia basada en la dualidad entre el mundo moderno y el mundo prehistórico.
La serie explora el impacto psicológico de estar separado de la civilización, la nostalgia por lo cotidiano, y la fuerza del vínculo familiar en momentos de crisis. Este equilibrio entre drama emocional y aventura fantástica es una de las claves de su éxito.
El estreno de la segunda temporada de La Brea en Netflix permitió que muchos espectadores la descubrieran o retomaran. La posibilidad de ver la historia de manera continua, sin esperar entre una temporada y otra, ha impulsado su presencia en el top de lo más visto.
Además, su estructura episódica adictiva asegura que el espectador quiera saber qué pasa a continuación. A eso se suma un despliegue visual que, aunque no cuenta con un presupuesto millonario como otras series, logra crear un universo verosímil y visualmente atractivo.
