La chica de 17 años iba a cursar este año el último de su etapa secundaria en el Colegio Manuel Belgrano y, según las primeras versiones, la noche del lunes pasado le dijo a su madre que iba a ver un partido de básquet junto a una amiga y que después regresaba a su casa.
Zoe no regresó y fue hallada ayer asesinada en una propiedad ubicada en la calle Inti Huasi, entre Estanislao del Campo y Güiraldes, del barrio Barrancas de la mencionada localidad, donde además quedaron detenidos dos hombres, presentes en el lugar del hecho.
El crimen conmocionó a la comunidad y algunos vecinos buscaron ayer ingresar al domicilio donde encontraron el cadáver, para intentar linchar a los principales sospechosos del crimen de la estudiante secundaria.
Según fuentes de la investigación, uno de los detenidos es un hombre de 30 años apodado El Gringo, quien, aparentemente, tenía un vínculo con la chica.
La fiscal de Instrucción N° 4, María del Valle Durán, a cargo de la causa, informó a la prensa local que la aparición del cuerpo de Zoe se dio luego de que, ante la falta de respuestas de su hija, la madre de la chica alertara a las autoridades y denunciara su desaparición.
Sobre cómo estaba la víctima en la escena del crimen, la fiscal comentó que fue hallada acostada en una cama, mirando para arriba, vestida y aparentemente con lesiones.
Las fuentes indicaron que la chica murió apuñalada, aunque los investigadores judiciales esperan los resultados de la autopsia para confirmarlo.
A su vez, el abogado de la familia, Esteban Bustos, detalló que el cuerpo presentaba múltiples lesiones e infirió que intentaron agredirla sexualmente para luego acabar con su vida.
Para el abogado, la adolescente no fue asesinada en lugar donde la encontraron, o sea en la habitación en la casa, sino en la cocina o en otro sector de la vivienda.
El principal sospechoso es uno de los detenidos, dueño de la propiedad donde se encontró el cadáver de la víctima y la justicia continúa con la recolección de testimoniales entre otras medidas para aclarar las circunstancias de este femicidio.
Los trabajos investigativos y periciales se vieron ayer limitados por la reacción de algunos vecinos y allegados a la víctima que se acercaron a la casa con intenciones de agredir a los detenidos y ocasionar destrozos.
Nos encerraron, tiraban piedras, lastimaron a civiles y policías. Querían que les entregaran a los detenidos y no dejaban que Científica pudiera buscar los elementos que tenían en los móviles, manifestó una fuente ligada al equipo que llevó adelante las actuaciones.
La situación se calmó cuando las fiscales actuantes pudieron explicar la situación a los manifestantes que salieron a la calle pidiendo justicia por la joven.
Es que los habitantes de La Toma, un pueblo de aproximadamente 9.000 habitantes, recuerdan con dolor otros tres femicidios ocurridos en ese lugar en los últimos 14 años.
El 7 de marzo de 2010, Lucía Zanón (34), profesora de matemática, y Lorena Funes (24), madre de una niña de 3 años y estudiante de programación, fueron asesinadas en cercanías al pueblo.
Las hermanas habían salido a caminar hacia una ermita de la Difunta Correa, ubicada a unos tres kilómetros de La Toma, para cumplir una promesa, fueron atropelladas y degolladas por José Charly Correa, quien las atacó para violarlas y fue condenado a prisión perpetua por doble homicidio calificado por alevosía y criminis causa".
El domingo 25 de junio de 2017, Nahir Nazareno Pérez (17) le dio una golpiza a su pareja, Carla Pereira (31), en la casa donde convivían.
El agresor, que practicaba kick boxing, la encerró con llave y le pegó, pero Carla logró escapar y pidió auxilio a sus vecinos.
El lunes 26 comenzó a sentir los efectos de la paliza, no coordinaba para caminar y hablaba incoherencias por lo que la llevaron al Hospital de La Toma y de ahí la derivaron al de San Luis, donde falleció el 29 de junio.
Dos años después, su femicida, fue condenado a 20 años de prisión por ser menor de edad al momento de cometer el delito, lo que redujo un tercio la pena a prisión perpetua que le correspondía.