La foto no muestra ostentación. León XIV aparece de pie, sin mitra ni trono, apenas iluminado por la luz que se refleja en el mármol. Viste la sotana blanca, la rocheta de encaje y la muceta fucsia, un guiño a su pasado como cardenal, junto con una estola papal de corte clásico, sin adornos modernos ni reinterpretaciones.
Al lado, el escudo que acompañará su papado conserva el diseño que ya usaba como obispo que se compone de dos campos divididos en diagonal. En el superior, un lirio blanco sobre fondo azul, emblema de pureza y consagración, en el inferior, un corazón atravesado por una flecha reposa sobre un libro cerrado, evocando una célebre frase de San Agustín: “Vulnerasti cor meum verbo tuo” (“Has traspasado mi corazón con tu Palabra”), en alusión al poder transformador de la fe.
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La foto del papa León XIV con su escudo. (Foto: prensa Vaticano)
El escudo se completa con los elementos heráldicos propios del papado, la tiara de tres coronas y las llaves cruzadas de San Pedro, y un lema que reafirma la herencia agustiniana de León XIV: “In Illo uno unum” (“En el único, uno”), extraído de la Exposición del Salmo 127, que expresa el ideal de unidad eclesial.
Otros detalles del escudo que marcan el inicio del papado
Otro símbolo relevante es la cruz pectoral que usó el día de su elección. Lejos de provenir del tesoro pontificio, se trata de un regalo personal que recibió en 2023 al ser creado cardenal.
Fue diseñada por Antonino Cottone y contiene cinco reliquias: San Agustín en el centro, Santa Mónica en la parte superior, Santo Tomás de Villanueva en el brazo izquierdo, el beato Anselmo Polanco en el derecho, y el venerable Bartolomeo Menochio en la base. Cada figura representa valores fundamentales de la espiritualidad agustiniana: conversión, fidelidad, reforma y valentía frente a la adversidad.
En lugar de marcar un inicio ruidoso o rupturista, León XIV parece trazar una ruta serena y coherente con su identidad. Los signos hablan por él: una fe silenciosa pero firme, un liderazgo que sugiere y una continuidad espiritual basada en las enseñanzas de San Agustín.