Nicolás Maduro fue proclamado vencedor en esta madrugada, luego de un completo silencio del Consejo electoral durante 6 horas. En toda América, su victoria despertó una oleada de críticas y reparos, salvo algunos apoyos aislados. Silencio de Brasil.
El triunfo de Nicolás Maduro, dudas, suspicacias y pocos apoyos en América. (Foto: Gentileza Yahoo
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"Vemos con preocupación que el resultado anunciado no refleje la voluntad ni los votos del pueblo venezolano". Antony Blinken expresó con claridad la duda sobre la transparencia de los comicios en Venezuela. Las palabras del secretario de Estado norteamericano no es una voz disonante en el continente. La manera en que se produjo el escrutinio - con reportes de irregularidades de todo tipo - plantean una sombra y una preocupación regional por el triunfo de Nicolás Maduro.
En América del Sur, el presidente de Chile, Gabriel Boric, dice que no reconocerá "ningún resultado que no sea confiable".
Luis Lacalle Pou, desde Uruguay, comentó con ironía: "El resultado ya se sabía de antemano".
Y en la Argentina, el presidente Javier Milei, evocó uno de sus spots de campaña para marcar el rechazo a los sucedido en Venezuela: "Argentina no va a reconocer otro fraude. Dictador Maduro, afuera".
Nicaragua, Cuba, Guatemala y Bolivia fueron los únicos países hasta el momento en saludar a Nicolás Maduro reconociendo su victoria. Llama la atención el tiempo transcurrido y que desde Brasil el gobierno de Lula da Silva no haya tenido ningún pronunciamento hasta el momento.
La decisión del Consejo Nacional Electoral que dio ganador a Nicolás Maduro abrió un profundo debate en todo el continente americano. Desde Estados Unidos a Chile, los países han tenido una diferente posición ante lo que se pretende imponer como la tercera victoria electoral consecutiva.
Sólo países con dictaduras o democracias muy cuestionables han reconocido y saludado a Nicolás Maduro como triunfador en Venezuela.
El presidente de Cuba dijo: "Nicolás Maduro, hermano, tu victoria, que es la del pueblo bolivariano y chavista, ha derrotado limpia e inequívocamente a la oposición proimperialista. También derrotaron a la derecha regional, intervencionista y monroísta. Habló el pueblo y ganó la Revolución".
La presidenta de Honduras también se sumó desde Centroamérica, al igual que el dictador nicaragüense, Daniel Ortega.
En Sudamérica, el único hasta el momento es el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien declaró: "Hemos seguido de cerca esta fiesta democrática y saludamos que se haya respetado la voluntad del pueblo venezolano en las urnas. Queremos ratificar nuestra voluntad de continuar fortaleciendo nuestros lazos de amistad, cooperación y solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela".
Desde que se anunció la controvertida victoria, varios países directamente rechazaron dar por válido el resultado del comicio. Por el momento, se pronunciaron con reparos o rechazos.
Desde Estados Unidos, Antony Blinken previno cuál será la reacción de los Estados Unidos ante el resultado electoral. "Vemos con seria preocupación de que el resultado anunciado no refleje la voluntad o los votos del pueblo venezolano", expresó.
Tampoco los gobiernos de Guatemala o Costa Rica dan por válida la victoria de Maduro. Pero lo más importante, tal vez sea lo que sucede en Sudamérica.
En Panamá, el gobierno busca convocar a una reunión urgente de la OEA para tratar el tema de la elección fraudulenta.
Como vimos, solo Bolivia ha respaldado al líder bolivariano. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha sido un "aliado" o al menos, no crítico con Maduro. Sin embargo, en su cuenta personal de la red X publicó un mensaje ambiguo:
El gobierno de Perú tampoco reconoce el triunfo dado a Maduro por el CNE. El canciller de ese país, Javier González Olaechea, declaró: "El Perú no aceptará la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano”, en clara alusión a que el resultado anunciado no es lo que expresó el pueblo venezolano.
En Uruguay, Luis Lacalle Pou, solo esperó conocer el anuncio oficial para dar testimonio de lo que esperaba que lamentablemente sucediera.
El mandatario uruguayo criticó la forma por la que se llegó a un resultado que no reconoce: "Así no! Era un secreto a voces. Iban a “ganar” sin perjuicio de los resultados reales. El proceso hasta el día de la elección y el del escrutinio claramente estuvo viciado. No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él".
Una de las posturas más claras y que mejor representan el desconcierto de lo sucedido en Venezuela la representa el presidente de Chile. Gabriel Boric, pese a ser un presidente de izquierda, siempre se manifiesta a favor del respeto pleno de elecciones limpias y transparentes que respeten la voluntad popular.
El inicio es duro ya que Boric deja perfectamente claro: "El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer", inicia. Pero además de reclamar la "verdad de los resultados", su mensaje finaliza de manera terminante: "Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable".
Javier Milei también fue categórico en el rechazo desde la Argentina y, tal vez por eso, Nicolás Maduro lo atacó directamente en su discurso para celebrar su más que cuestionada victoria.
El continente americano tiene serias dudas sobre la legitimidad de lo sucedido en Venezuela. Solo resta el pronunciamiento de Brasil. Lula mantiene un extraño silencio.