Convivir con el dolor

La vida de la "niña psicópata" que quiso matar a su familia y logró modificar su destino

Beth Thomas reconoció que quiso asesinar a su hermano menor y a sus padres. La forma de pensar de una niña que sufrió severos problemas de comportamiento luego de ser abusada sexualmente desde bebé. Los comportamientos que cambió para derrotar a esa niña que fue. 
Cuando tenía un año su madre biológica falleció.

Cuando tenía un año su madre biológica falleció.

Beth Thomas tenía dificultades para diferenciar el bien y el mal. Cuando hablaba, nadie podía comprender los motivos de esa furia contenida. Sus palabras venían cargadas de mucha bronca y dolor. Y le sobraban motivos. La historia de alguien que paralizó a Estados Unidos. Una persona que nos muestra cómo podemos modificar nuestro destino.

Beth-12.jpg
Beth contó su manera de pensar y el daño que sufrió por parte de su padre.

Beth contó su manera de pensar y el daño que sufrió por parte de su padre.

Fue en 1992 cuando conmovió a una sociedad. En el momento que se dio a conocer la película Child of Rage, que relata su cruel vida que sufría severos problemas de comportamiento luego de haber sido abusada sexualmente desde bebé. El film estuvo inspirado en la vida de Beth Thomas. Allí expusieron sin vueltas cómo era su realidad y los momentos oscuros que tuvo que vivir. Hasta reconocer su deseo de querer matar a su mamá, su papá y a su hermano menor.

Con el tiempo, Beth fue diagnosticada de Trastorno Reactivo del Apego (RAD, por sus siglas en inglés), una condición en la que los niños no pueden establecer vínculos saludables con sus padres o cuidadores debido a tanto abuso que sufrieron. Su estilo de comportamiento servía como autodefensa ante el mundo exterior.

Dados en adopción

Los hermanos fueron dados en adopción a una pareja que llevaba 12 años de casados. Tim Tennent y su esposa Julie decidieron adoptar. Todo se dio luego de que la mujer no pudiera quedar embarazada. Era febrero de 1984 y una llamada del Departamento de Servicio Sociales lo cambió todo. Nada volvió a ser igual para la familia.

“No necesitábamos niños para completar nuestras vidas. Nos sentíamos seguros con nosotros y nuestra relación y queríamos compartir eso con alguien más. Sentíamos que teníamos mucho para dar y transmitir a nuestros hijos”, confesó el padre adoptivo años más tarde.

Beth-05.jpg
Los hermanos fueron dados en adopción a una pareja que llevaba 12 años de casados.

Los hermanos fueron dados en adopción a una pareja que llevaba 12 años de casados.

El día que los llamaron para contarle que tenían a una pareja de hermanos disponibles para entregarlos en adopción, la alegría se apodero de ellos. ¿Sus nombres? Beth, de 19 meses, y Jonathan, de 7 meses. También les dijeron que los dos estaban en “perfecto estado de salud”. Sin embargo, los servicios estatales les mintieron y le ocultaron que los chicos habían sufrido abusos físicos y psicológicos de parte de sus padres biológicos.

Meses antes de darlos en adopción, encontraron a los pequeños en su casa en unas condiciones muy desfavorables. Beth gritaba mientras jugaba con su propia materia fecal. Jonathan vivía recostado en una cuna, rodeado de orina y pañales sucios. Su cabeza estaba deformada, por la cantidad de tiempo que pasaba en la misma pose.

Beth-101.jpg
“No necesitábamos niños para completar nuestras vidas. Nos sentíamos seguros con nosotros y nuestra relación y queríamos compartir eso con alguien más

“No necesitábamos niños para completar nuestras vidas. Nos sentíamos seguros con nosotros y nuestra relación y queríamos compartir eso con alguien más", reconoció su padre adoptivo.

La suerte de los menores se convirtió en una espiral que solo contenía malos tratos a manos de su padre alcohólico, lo que dejó huellas imborrables en sus hijos. Sobre todo en Beth, a quien el hombre violaba con frecuencia desde bebé. La traumática experiencia marcaría para siempre su personalidad. Todo quedó presente en la cabeza de Beth.

¿Cómo fueron los ataques?

Tim y Julie recibieron a los hermanos con mucha alegría. Le estaban todo el tiempo encima y les dieron el amor que nunca tuvieron. Los chicos eran el centro de la escena. Pero los problemas estaban al caer. A los pocos días, Beth comenzó a tener conductas agresivas. Por ejemplo, tenía devoción por matar pájaros y también atacaba a Jonathan, mucho más cuando lo encontraba durmiendo.

Toda la violencia de Beth tenían un destinatario: su hermano, que en una ocasión debió ser hospitalizadoluego de que Beth golpeara repetidamente su cabeza contra un piso. Lo hizo una y otra vez hasta dejarlo gravemente herido y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital. Fue el primer intento de quitarle la vida. “Pensaba solo en matarlo”, confesó Beth al recordar.

Beth-43.jpg
Beth quiso matar a su hermano. Tiempo después, mostró arrepentimiento por todo el daño que le hizo.

Beth quiso matar a su hermano. Tiempo después, mostró arrepentimiento por todo el daño que le hizo.

Los comportamientos agresivos fueron aumentando. Beth llegó a destrozar su habitación por completo, apuñaló al perro de la familia y seguía en su ambición encendida por querer matar a todos. A su hermano también le llegó a clavar alfileres. Disfrutaba de verlo sufrir. También lo acosaba sexualmente y luego contaba todo con naturalidad.

El día que los padres descubren la verdad

Tras descubrir la verdad sobre el origen de los pequeños, y al hablar con psicólogos y otros especialistas sobre el comportamiento de su hija, los padres adoptivos se enteraron de que Beth sufría del Trastorno Reactivo del Apego. Una condición generada por traumas pasados que provoca conductas perturbadoras, desapegadas, insensibles y apáticas entre quienes lo padecen y su entorno.

El tratamiento incluyó asesoría psicológica, educación e interacción positiva entre los menores y sus encargados y el establecimiento de un hábitat acogedor, los niños que padecen RAD pueden llegar a tener relaciones estables y saludables con todo su entorno.

El documental

El documental “Child of Rage: A Story of Abuse” (“Hija de la Ira: Una Historia de Abusos”) mostró en pantalla a la propia Beth Thomas. En esas escenas, Beth cuenta en primera persona sus tragedias, sentimientos, deseos y experiencia.

Embed

El registro está basado en las entrevistas del terapeuta Ken Magid con Beth, además de imágenes del tratamiento de la menor y su rehabilitación parcial en un centro para niños. En una parte del documental, se ve a la niña en una actitud estremecedora, mientras confiesa en pantalla sus deseos de matar a sus padres, a su hermano, sus conductas y los abusos de manos de su padre biológico.

Beth-56.jpg
Todo cambió. Beth y su madre se dedican a ayudar a familias que pasaron por su misma situación.

Todo cambió. Beth y su madre se dedican a ayudar a familias que pasaron por su misma situación.

Durante la entrevista, Beth detalla con mucha tranquilidad la pesadilla que vivió a manos de su progenitor cuando tenía apenas un año. “Cuéntame sobre tu padre biológico, ¿cómo era la pesadilla a la que haces referencia?”, le preguntan. Beth responde: “Cuando tocaba mi vagina, lo hacía hasta que sangraba. Me dolía muchísimo. Él me pegaba, no era muy bueno conmigo”.

¿Cómo fue la recuperación?

Beth comenzó a ser debidamente tratada por los especialistas con el fin de ayudarla a diferenciar entre el bien y el mal. Había que ponerle fin a sus conductas violentas y había que fortalecer sus vínculos afectivos.

Una terapeuta que trabajaba con niños adoptados, llamada Connell Watkins, fue clave en su proceso de recuperación. La psicóloga tenía gran reconocimiento por llevar a cabo terapias rupturistas con menores, a quienes les pedía “volver a nacer” para abrazar su nueva vida, lejos de su desorden mental.

Beth-Tomás1.jpg
Beth es hoy una enfermera reconocida.

Beth es hoy una enfermera reconocida.

Watkins les ofreció a los padres adoptivos que tenía que llevarse a Beth durante un tiempo y debía someterla a un intenso tratamiento para poder modificar su comportamiento, que incluyó severas restricciones. Por ejemplo, Beth debía pedirle permiso por todo lo que hacía y hacerse cargo de sus acciones. Tras un año de sesiones, Beth fue capaz de compartir una habitación con su madre y empezó a sentir empatía por los demás. También comenzó a sentir remordimiento por lo que hacía y dejó de hacerse daño a sí misma.

El cambio fue determinante. Un día, Beth ya se mostraba arrepentida.

Tras su traumática infancia, Beth Thomas fue capaz de rehacer y modificar su destino. Y se encargó de ayudar a quienes conviven con situaciones similares a la suya. Se convirtió en enfermera y recorre el mundo dando charlas sobre todo el desorden que vivió y cómo tuvo que diseñar su comportamiento para derrotar a esa niña que fue.