Perdió la vida el domingo 18 de mayo, luego de varios días en estado crítico tras ser sacado de una piscina en el patio trasero de su casa.
La comunidad digital se viste de luto tras confirmarse el fallecimiento del pequeño Trigg Kiser, hijo de la reconocida influencer Emilie Kiser, quien perdió la vida el domingo 18 de mayo, luego de varios días en estado crítico tras ser sacado de una piscina en el patio trasero de su casa en Chandler, Arizona.
La noticia fue confirmada por el Departamento de Policía de Chandler, a través de un comunicado enviado a Us Weekly, en el que se señaló que el menor había fallecido “más temprano esa tarde”. Según las autoridades, Trigg fue encontrado en la piscina el pasado lunes 12 de mayo por la noche, y desde entonces, se encontraba bajo cuidados intensivos.
“La investigación sobre las circunstancias que rodean este incidente sigue en curso. Esta investigación aún está abierta. Por respeto a la privacidad de la familia, no divulgaremos detalles adicionales hasta que la investigación esté cerrada”, explicó el comunicado oficial.
El Departamento de Bomberos de Chandler aportó más detalles sobre el incidente a 12 News Arizona el miércoles 14 de mayo. Según sus declaraciones, un niño de 3 años fue hallado inconsciente en una piscina, y al momento del hallazgo se encontraba en estado crítico. Los primeros en llegar a la escena fueron oficiales de policía, quienes inmediatamente iniciaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) antes de ser relevados por los bomberos.
El pequeño fue luego trasladado de emergencia vía aérea al Hospital de Niños de Phoenix, donde recibió atención médica intensiva durante varios días. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del personal médico, el menor no logró sobrevivir.
En un entorno donde cada movimiento se documenta y comparte, el silencio de Emilie Kiser en sus redes sociales encendió las alarmas de sus millones de seguidores. La influencer, quien normalmente publica contenido de manera diaria en TikTok, Instagram y otras plataformas, había desaparecido de internet durante más de dos días.
Sus fans, acostumbrados a seguir cada detalle de su rutina familiar, notaron la ausencia con preocupación. En la sección de comentarios de su último video de rutina matutina —que incluía a Trigg, su bebé recién nacido Teddy y su esposo Brady— comenzaron a aparecer mensajes angustiados.
“Emily, espero que estés bien. ¡Me siento enfermo! ”, escribió un usuario.
“Por favor, que sea un mal rumor Estoy enfermo”, comentó otro, mientras que un tercero expresó: “Te mando mucho amor, Emily ”.
Estos comentarios se multiplicaron, alimentando una ola de especulaciones que, tristemente, terminaron por confirmarse con la declaración oficial.
Emilie Kiser no es solo una influencer más: con más de 3.1 millones de seguidores en TikTok y más de un millón en Instagram, su contenido ha estado centrado en la vida familiar, la maternidad y el día a día como esposa. Su estilo amable, auténtico y cercano le ha valido una comunidad leal que celebraba con ella cada momento de su vida.
En julio de 2021, Emilie y Brady dieron la bienvenida a su hijo Trigg, quien se convirtió rápidamente en protagonista recurrente de sus publicaciones. A medida que crecía, su carisma y ternura encantaban a miles de usuarios que seguían su evolución en redes.
En septiembre de 2024, la familia Kiser anunció con emoción que estaban esperando a su segundo hijo. La publicación, acompañada de una imagen donde Trigg sostenía una ecografía, fue recibida con miles de mensajes de alegría.
“TENEMOS UN BEBÉ EN CRECIMIENTO”, escribió Emilie en ese entonces. “No podemos esperar para agregar otro ángel a nuestra familia. Lo que sea que seas, ya te amamos muchísimo”.
En marzo, Emilie dio a luz a Teddy, su segundo hijo. En Instagram compartió la feliz noticia con palabras llenas de gratitud:
“Te amamos tanto y nuestros corazones sienten que van a estallar. Estoy muy agradecida por un parto sin complicaciones, un bebé sano y el mejor esposo. No podría haberlo hecho sin mi roca @bradykiser. El amor que tengo por mis hijos es infinito”.
La muerte de Trigg ocurre en un momento en que la familia se encontraba experimentando la dicha de un nuevo nacimiento. El contraste entre la alegría de haber recibido a Teddy y la tragedia de perder a Trigg resulta desgarrador, tanto para sus padres como para los millones de personas que los acompañan virtualmente.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo, oraciones y condolencias hacia Emilie y Brady, una muestra del impacto emocional que esta familia ha tenido en la vida de sus seguidores.
Hasta el momento, Emilie Kiser no ha emitido ningún mensaje público tras la confirmación de la muerte de su hijo. El silencio, en este caso, habla con fuerza: un acto de recogimiento, de respeto al duelo, de necesidad de proteger a su familia en su momento más vulnerable.
En la era digital, donde todo se expone, la decisión de Emilie de guardar silencio ha sido comprendida por sus seguidores, quienes han optado por expresarle su cariño y acompañamiento sin exigir explicaciones.
La tragedia que ha golpeado a la familia Kiser también ha reabierto el debate sobre los accidentes infantiles en el hogar, en particular, los vinculados con piscinas y cuerpos de agua. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el ahogamiento es una de las principales causas de muerte no intencional entre niños de 1 a 4 años.
Las autoridades de Arizona han recordado a la población la importancia de mantener estrictas medidas de seguridad: cercas alrededor de piscinas, alarmas de agua, supervisión constante y clases de natación desde temprana edad pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Trigg no era una figura pública por decisión propia, pero su simpatía, dulzura y la manera en que fue presentado al mundo por su madre lo convirtieron en un símbolo de ternura y felicidad para millones. Su pérdida ha dejado un vacío no solo en su familia, sino también en la comunidad digital que lo vio crecer.
Hoy, millones lloran con Emilie Kiser. No como fans, sino como seres humanos que reconocen el dolor de una madre, de un padre, de una familia que ha perdido a su pequeño ángel.
