CONMOCIÓN

Se reveló la escabrosa teoría detrás de Laura Leguizamón para asesinar a toda su familia en Villa Crespo

A pocos días de la desgarradora masacre que conmocionó a Villa Crespo, las calles del barrio aún respiran una mezcla de desconcierto, tristeza y temor.

Se reveló la escabrosa teoría detrás de Laura Leguizamón para asesinar a toda su familia en Villa Crespo

A pocos días de la desgarradora masacre que conmocionó a Villa Crespo, las calles del barrio aún respiran una mezcla de desconcierto, tristeza y temor. Laura Leguizamón, la mujer de 41 años que acabó con la vida de su esposo, sus dos hijos y su madre mientras todos dormían, ha dejado un vacío insondable en la comunidad. Mientras las autoridades continúan con la recolección de pruebas y las pericias psiquiátricas avanzan, la sociedad se pregunta: ¿qué llevó a esta madre y esposa a cometer semejante atrocidad?

El reconocido psiquiatra y ex perito forense de la Corte Suprema, Andrés Mega, ofreció en los últimos días su análisis profesional del caso. Mega apareció en el programa Border Periodismo, donde desglosó el perfil psicológico de la autora del hecho, acercando a la audiencia a una explicación posible de lo incomprensible.

Lo que estamos hablando en esta oportunidad se trata de algo que no es, gracias a Dios, muy frecuente en la Argentina, pero que se da cada tanto tiempo, que se llama homicidio altruista o suicidio ampliado”, explicó Mega, dando un marco clínico a la masacre que aún estremece a todo el país.

El concepto de homicidio altruista fue clave en su análisis. Según el psiquiatra, en estos casos, el autor no actúa por odio ni por venganza, sino bajo la creencia patológica de que está “salvando” a su familia de un destino peor. La idea detrás de esta forma de criminalidad es que el autor —o autora, como en este caso— experimenta un delirio, una distorsión profunda de la realidad, que le hace pensar que la única salida es acabar con todos para protegerlos.

Mega explicó que, cuando ocurren crímenes de esta naturaleza, los peritos recurren a lo que se conoce como autopsia psicológica: una reconstrucción detallada de la mente del autor basada en entrevistas a familiares, amigos, y el análisis de diarios íntimos, cartas o cualquier indicio que permita acercarse a su psiquis.

Se trata de una persona con síntomas psicóticos. Esto es que está delirando, esto es que está teniendo una idea anormal patológica y que llevó a esta resolución”, detalló Mega, enfatizando que la psicocriminogénesis es la clave para comprender la motivación interna de Leguizamón.

¿Pero qué significa exactamente este término? Según Mega, la psicocriminogénesis se refiere al proceso mental que lleva a una persona a desarrollar la idea de que su accionar criminal es la única opción posible. En este caso, Leguizamón habría construido en su mente la idea de que su familia estaba en grave peligro, y que el único modo de “salvarlos” era terminar con sus vidas antes de que el supuesto desastre se materializara.

En este aspecto, puntualmente, el homicidio de todo el núcleo familiar es la forma ‘altruista’ que tiene el autor para ‘salvar’ a su familia”, indicó Mega, dejando claro que, desde la perspectiva distorsionada de la autora, el acto fue casi un sacrificio necesario.

Frente a la insistente pregunta de la periodista sobre qué tipo de trastorno podría haber sufrido Leguizamón, el psiquiatra fue contundente: “En general se trata de un trastorno psicótico del orden de la psicosis. En este caso puede haber sido un trastorno bipolar con síntomas psicóticos, o un cuadro de esquizofrenia, una psicosis esquizofrénica en periodo productivo delirante”.

Estas declaraciones apuntan a un diagnóstico complejo, que suele requerir tratamientos prolongados y rigurosos, y que lamentablemente, cuando no se detecta a tiempo, puede tener consecuencias devastadoras.

El desconcierto social

La revelación de Mega no sólo busca poner en palabras lo inentendible, sino también desestigmatizar a las personas con enfermedades mentales. “Los pacientes psiquiátricos no son violentos en más del 90% de los casos y, en circunstancias excepcionales como esta, se dan hechos desgraciados”, remarcó.

Sin embargo, esta afirmación contrasta con el horror que se vivió en Villa Crespo y que ha dejado una cicatriz imborrable en la comunidad. Los vecinos describen a Leguizamón como una mujer callada y reservada, que apenas saludaba y que no solía participar en reuniones barriales. Nadie, ni siquiera sus allegados más cercanos, pudo prever la tormenta que se gestaba en su mente.

La masacre ocurrió durante la madrugada, cuando Leguizamón, armada con un cuchillo de cocina, atacó a su esposo mientras dormía y luego pasó a las habitaciones de sus dos hijos, de 6 y 9 años, y finalmente a su madre. La escena fue descubierta horas después por un hermano de la mujer, que acudió preocupado tras no recibir respuesta a sus llamados.

La policía halló a Leguizamón sentada en el living, en estado de shock, con manchas de sangre en sus manos y ropa. Aunque inicialmente se pensó que podría haber intentado suicidarse, los médicos confirmaron que no presentaba heridas. Fue detenida inmediatamente y trasladada a un hospital neuropsiquiátrico, donde se encuentra bajo observación.

El caso abrió un debate nacional sobre la salud mental, la prevención y la detección temprana de trastornos graves. Los expertos coinciden en que la falta de atención y seguimiento adecuado a personas con síntomas psicóticos puede desembocar en tragedias como esta. Además, se discute la necesidad de mejorar las políticas públicas y los protocolos de contención para quienes padecen enfermedades mentales severas.

Mientras la investigación judicial avanza y se esperan los resultados de las pericias psiquiátricas oficiales, la sociedad sigue buscando respuestas. ¿Qué señales pudieron haberse pasado por alto? ¿Por qué nadie intervino antes? ¿Podría haberse evitado esta tragedia?

El dolor de una comunidad entera

Villa Crespo llora a las víctimas. Vecinos organizaron vigilias con velas, misas y marchas en silencio para honrar a quienes perdieron la vida. El colegio al que asistían los niños permanece cerrado, con crespones negros en las puertas. El horror aún está demasiado fresco para dar paso a la resignación.

Sin embargo, más allá del dolor, queda un mensaje claro que repiten expertos como Mega: la importancia de hablar de salud mental sin estigmas, de escuchar a quienes puedan estar sufriendo en silencio y de tomar medidas preventivas antes de que sea demasiado tarde.