Los informes que presentó Gendarmería Nacional revelaron que el día de los hechos, tenían habilitada la portación de la pistola lanzagases dos efectivos, ambos de apellido Guerrero, un hombre y una mujer. Lo que terminó de resolver el enigma fueron las filmaciones del ataque que demostraron que quien lanzó el gas era un masculino, lo que derivó en el reconocimiento de Héctor Guerrero.
A todo esto, el Legajo del cabo Guerrero contiene dos certificados de aprobación de cursos sobre el Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Por lo tanto, quedó comprobado que estaba en conocimiento de que “1) no puede justificar el uso de la fuerza en una orden de un superior; 2) un arma de fuego solo puede usarse cuando haya riesgo para la vida; y 3) que los funcionarios deben cumplir las leyes”.
En cuanto al uso de pistolas lanzagases, Gendarmería presentó un protocolo que en sus consideraciones generales expresa que "jamás se debe dirigir el arma hacia una persona, ya que en caso de impacto podría producir lesiones graves e incluso la muerte”.
La documentación agrega que “resulta conveniente tener presente que los disparos deben ejecutarse en forma oblicua, hacia el suelo, para amortiguar la fuerza y al propio tiempo obtener un desplazamiento adecuado del cartucho”.
El caso lo tiene el juzgado de Maria Servini, quien aceptó como querellante a la familia de Pablo, con la representación del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH).
La abogada coordinadora de litigio del CELS, Agustina Lloret, detalló que van por la acusación de tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
También se pidió que se averigüe la responsabilidad penal de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich; del director Nacional de Gendarmería, Claudio Brilloni; del jefe del Destacamento Móvil 6, Héctor Ferreira y del jefe del Comando Región I, Marcelo Porra Melconian.
Hay un sumario en paralelo que revisa el operativo antipiquetes que terminó con represión, y otro abierto por la agresión que sufrió la jubilada Beatriz Blanco, la mujer de 81 años golpeada en la cabeza por un Policía Federal en la misma protesta.
En cuanto a la pesquisa, la realiza la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), porque fue la única fuerza que no tuvo denuncias por abuso de autoridad ni represión en el Congreso.
¿Cómo se encuentra Pablo Grillo?
Este lunes 12 de mayo se cumplen 2 meses desde que el fotógrafo Pablo Grillo cayó gravemente herido tras recibir el impacto de un cartucho de gas en su cabeza, mientras cubría los hechos de violencia de la manifestación por los jubilados en inmediaciones del Congreso.
Durante todo este tiempo permaneció internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía, y en los próximos días será trasladado al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca. Para dar ese paso, los médicos deberán verificar que finalizó el riesgo de infección y la necesidad de suministro de antibióticos.
Su familia contó que Pablo pasa casi todo el tiempo en su habitación, lee mucho, recibe algunas visitas, y por recomendación del equipo de salud está realizando paseos cortos por sectores poco transitados del Hospital.
Según pudimos saber, no recuerda nada de lo que le pasó, aunque es consciente de que las dolencias que atraviesa son consecuencias del proyectil que le perforó el cráneo con pérdida de masa encefálica mientras intentaba retratar el accionar de las fuerzas de seguridad.
Para que avance la causa judicial no es prioridad ni requisito que Grillo declare, aunque, no se descarta que lo haga si en algún momento se siente en condiciones.