La icónica marca que luce el color rojo en sus autos apuesta a innovaciones varias, desde un mayor espacio entre los pontones y el suelo, hasta la posibilidad de cambiar los canales de refrigeración. "Este coche es nuevo en un 95 por ciento", dicen desde Maranello al explicar una transformación radical que sirva para competir ante el poderío de Red Bull.
"Estoy impaciente por conducirlo en pista para comprobar que, como nos dice el simulador, este coche es el paso adelante que todos queremos", dijo al respecto el español Sainz antes de probar el auto en Fiorano.
El monegasco Leclerc, en tanto, consideró que el nuevo auto "promete ser menos sensible y más manejable, y eso es exactamente lo que necesitamos los pilotos para poder hacerlo bien".
"Espero un paso adelante en muchos aspectos y por lo que he podido entender en el simulador creo que estamos donde queremos estar. El objetivo esta temporada es estar siempre delante: quiero muchas buenas carreras y volver a las victorias", agregó Leclerc.
Así las cosas, Ferrari se ilusiona para poder enfrentar con éxito a Red Bull, la poderosa escudería austríaca (ganadora del Mundial de Constructores 2023) que es esponsoreada por la bebida energizante, y que tiene en el neerlandés Max Verstappen al actual campeón mundial de la Fórmula 1.