Este hábito parece inofensivo, pero puede causar serios problemas en tu celular. Descubrí de qué se trata y evitá reducir la vida útil del dispositivo, afectar su rendimiento y hasta poner en riesgo tu seguridad.
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Uno de los hábitos más comunes entre los usuarios es usar el celular mientras está conectado al cargador. Lo que parece una práctica inofensiva puede, en realidad, tener consecuencias negativas para la salud del dispositivo y la seguridad del usuario. El afán por revisar redes sociales o contestar mensajes, mientras el teléfono carga, puede afectar la vida útil de la batería y generar sobrecalentamiento, comprometiendo el rendimiento general del móvil.
Aunque muchos no lo saben, esta práctica común puede tener efectos duraderos que, con el tiempo, derivan en un deterioro más rápido del dispositivo. Te explicamos por qué deberías evitar usar el móvil mientras lo cargas y qué puedes hacer para protegerlo.
El sobrecalentamiento es uno de los riesgos más graves al utilizar el móvil mientras carga. Tanto el uso normal del teléfono como el proceso de carga generan calor. Cuando ambos procesos ocurren simultáneamente, la temperatura interna del dispositivo puede aumentar peligrosamente, dañando componentes vitales como el procesador o la pantalla.
Este exceso de calor no solo acelera el desgaste de los componentes internos, sino que también pone en riesgo la batería. En casos extremos, un sobrecalentamiento severo puede provocar incidentes graves como incendios o explosiones, sobre todo si utilizas cargadores no originales o de baja calidad.
Otro aspecto clave es el impacto en la batería. Las baterías de los teléfonos móviles están diseñadas para soportar un número limitado de ciclos de carga y descarga. Al usar el dispositivo mientras se carga, estás obligando a la batería a realizar dos tareas a la vez: cargar y alimentar al teléfono. Esto añade estrés a la batería y, con el tiempo, reduce su capacidad para retener la carga.
Para maximizar la vida útil de tu batería, evita que el móvil se descargue completamente y no lo cargues hasta el 100% con frecuencia. Mantener la carga entre el 20% y el 80% es una de las mejores maneras de prolongar su eficiencia.
El rendimiento del móvil también sufre cuando se usa durante la carga. Las aplicaciones pueden bloquearse, el dispositivo puede volverse más lento y la pantalla puede no responder adecuadamente. Este efecto se acentúa cuando se realizan tareas que demandan mucha energía, como jugar o ver videos en alta definición, lo que también disminuye la eficiencia de la carga. En lugar de cargarse rápidamente, el teléfono tardará más en llegar al 100%.
