Y si buscás algo aún más simple, podés colocar las cáscaras frescas en pequeños recipientes o bolsitas de tela en distintos puntos de la casa: dentro de la heladera, en el baño, en armarios o cajones. Además de aromatizar, ayudan a absorber olores indeseados.
Consejo: reemplazalas cada 2 o 3 días para mantener su eficacia.
Como aromatizar la casa con canela
La canela en rama también puede convertirse en un ambientador potente. Colocá dos o tres varas en una olla con agua y llevá a hervor. Al igual que con el limón, bajá el fuego luego de unos minutos y dejá que el vapor se esparza suavemente. Su aroma cálido es ideal para tardes de invierno o momentos de relajación.
También se puede usar como difusor casero: en un frasco chico, mezclá alcohol de cereal con gotas de aceite esencial de canela y una rama sumergida. Los palitos de brochette ayudan a liberar lentamente el perfume en el ambiente.
Otra opción práctica es armar sachets aromáticos con ramas secas de canela. Colocalas en pequeñas bolsitas de tela o tul, solas o combinadas con clavo de olor y pétalos secos. Funcionan muy bien en cajones, placares o autos.
Y si buscás una alternativa decorativa, podés atar varias ramas con una cinta y colgarlas en el baño o la cocina. Además de perfumar, suman un toque rústico al ambiente.
Estos trucos caseros, simples y accesibles con el limón y la canela, convierten cualquier rincón del hogar en un espacio más limpio, natural y acogedor. Y lo mejor: sin una sola gota de productos químicos.