Esta bebida natural no solo ayuda a calentar el cuerpo: también aporta nutrientes y puede tener efectos positivos en la digestión, el sistema inmune, la memoria y más.
Además de su sabor cálido y reconfortante, el té de canela aporta antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a cuidar la salud durante el invierno.
En los días fríos, tomar una infusión caliente se vuelve casi un ritual. Y si además de reconfortar, la bebida tiene efectos positivos para la salud, mucho mejor. Ese es el caso del té de canela, una preparación ancestral con un aroma inconfundible y múltiples propiedades. Pero, ¿qué tiene realmente esta especia y por qué puede ser buena para vos?
Aunque se usa en pequeñas cantidades, la canela contiene compuestos que la hacen valiosa desde el punto de vista nutricional. Entre los más destacados:
Vitaminas:
Vitamina C (refuerza el sistema inmune)
Vitaminas del grupo B como B1 y B6 (claves para el sistema nervioso)
Vitamina K (importante para la coagulación sanguínea)
Pequeñas cantidades de vitamina A y E
Minerales:
Calcio (salud ósea)
Hierro (formación de glóbulos rojos)
Magnesio y potasio (función muscular y presión arterial)
Zinc y manganeso (antioxidantes y función inmunológica)
Otros compuestos activos:
Cinamaldehído, flavonoides, taninos y eugenol, con efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antimicrobianos.
Herví una ramita de canela en agua durante 10 minutos, o usá media cucharadita de canela en polvo en agua caliente. Podés sumar jengibre o miel para potenciar sus propiedades y sabor.
Aunque es natural, no hay que abusar. La variedad más común (canela cassia) contiene cumarina, que en exceso puede afectar el hígado. Se recomienda no superar 1 o 2 tazas por día.
También se desaconseja su uso en grandes cantidades durante el embarazo o si se toman anticoagulantes. Siempre es mejor consultar con un profesional.
