Biosfera 2

Hambre, robos y peleas: la historia del proyecto para colonizar otros planetas que terminó en desastre

En 1991, un grupo de 8 personas ingresaron a un "planeta dentro del planeta Tierra" para probar de qué modo podría desarrollarse el ser humano en una eventual colonia. La experiencia fue un fracaso.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
La Biosfera 2

La Biosfera 2, el intento de replicar una futura colonización de otro planeta (Foto: gentileza Bubble Tec).

Armaron un "mundo paralelo" que sonaba prometedor desde su nombre, Biosfera 2. Un pequeño planeta dentro de nuestro hogar, la Tierra, con un objetivo tan preciso como ambicioso: preparar al ser humano para poder conquistar otros planetas y vivir en ellos. Aunque eso requiriera el esfuerzo clave de generar todos los medios para sobrevivir, desde el oxígeno y el agua hasta los alimentos básicos.

La idea necesitaba un mecenas y lo consiguieron en los Estados Unidos. Ed Bass, un millonario texano dedicado al negocio del petróleo, compró la idea. Aportaría 100 millones de dólares, pero como todo siempre se complica, el experimento de adaptarse para vivir en otro planeta requirió en total 150 millones de dólares que llegaron gracias al petróleo del señor Bass.

Con el financiamiento comenzó lo más complejo: construir un ámbito especial para que un grupo de personas vivieran la difícil tarea de adaptarse a un mundo totalmente desconectado del planeta, pese a que jamás sacaron los pies de la Tierra.

El proyecto, que duró dos años, tuvo múltiples inconvenientes y eso que no se elevaron ni un metro de la superficie terráquea.

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La Biosfera, antesala de la conquista de otros planetas

El lugar elegido para el experimento ambiental fue en el desierto de Arizona. Se aisló una superficie de 1,27 hectáreas, como el tamaño de dos canchas de fútbol juntas. Allí se construyo un complejo para que los "conquistadores" o futuros astronautas pudieran vivir sin ayuda exterior durante un plazo de dos años.

Se montó una especie de domo, pero no de forma circular, con materiales especialmente tratados. Aluminio y hierro para sostener paneles de un cristal único, que pudiera permitir el ingreso de la luz solar, su calor, pero que filtrara la radiación ultravioleta. Algo fundamental para poder intentar vivir en el espacio. Por ejemplo, en la Luna no hay atmósfera y de no ser por los trajes espaciales, los astronautas hubiesen sufrido graves heridas por los rayos UV.

La empresa Space Biospheres Ventures fue la responsable del proyecto. Dentro de ese enorme espacio protegido por estructuras y paneles vidriados se intentó replicar los ambientes más característicos de nuestro planeta.

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La Biosfera pretendió simular las condiciones de vida para conquistar otros planetas, pero fracasó (Foto: gentileza Scientific American).

La Biosfera pretendió simular las condiciones de vida para conquistar otros planetas, pero fracasó (Foto: gentileza Scientific American).

Así, se armaron los siguientes ecosistemas:

  • Una selva tropical de 1900 m² con animales propios de ese ambiente
  • Un pequeño océano con un arrecife de coral y peces (850 m²)
  • Un humedal con manglares (450 m²)
  • Una sabana como las de África (1.300 m²)
  • Un desierto (1.400 m²)
  • Área cultivable para generar alimentos (2.500 m²)
  • Un hábitat humano con habitaciones y lugares de trabajo.

En 1987 comenzó la construcción y en la mañana del 26 de septiembre de 1991 estuvo lista para la inauguración. Ese día, ocho personas se propusieron "conquistar un planeta desconocido": la Biosfera 2.

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Los 8 elegidos para

Los 8 elegidos para "colonizar" un futuro planeta distante (Foto: gentileza Scientific American).

Roy Walford, Jane Poynter, Taber Mc Callum, Mark Nelson, Sally Silverstone, Abigail Alling, Mark Van Thillo y Linda Leigh fueron los 8 elegidos para este desafío. Cuando ingresaron a la Biosfera, se cerró detrás de ellos una puerta y quedaron aislados del mundo.

Tenían que cumplir con una serie de tareas para poder sacar conclusiones sobre cómo habría que comportarse en una remota colonia de seres humanos en un planeta distante. Debían controlar los niveles de oxígeno que producía el domo, gracias a la fotosíntesis de las diferentes especies de árboles y plantas de cada ecosistema. También, controlar la calidad del agua (dulce y la salada del mar recreado), vigilar el comportamiento de los animales y sobre todo, conseguir alimentos.

Para eso tenían una variedad de semillas para hacer crecer, desde plátanos hasta papas. Además, contaban con fertilizantes para tener un mejor rendimiento de la tierra labrada y sembrada.

Luego de trabajar, se retirarían al sector "urbano" para hacer anotaciones de su trabajo de campo, bañarse, asearse y descansar.

Al principio, todo parecía ir en orden. Había camaradería entre los 8 para desarrollar este "nuevo planeta" y cuidar que progresara. Lograron que los árboles dieran sus frutos y también los vegetales para comer, desde lechugas hasta calabazas. Sin embargo, la Biosfera 2 pronto se volvería un lugar hostil, a pesar de sus esfuerzos.

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La biósfera tenía ambientes que reproducían ríos y mares (Foto: gentileza Scientific American).

La biósfera tenía ambientes que reproducían ríos y mares (Foto: gentileza Scientific American).

Un ambiente complicado y negativo

Los elegidos no daban abasto con las tareas múltiples, aunque se organizaran y dividieran. Pronto comprendieron que su habilidad como productores de alimentos no era la mejor. No les alcanzaba el día y siempre tenían hambre.

Eso hizo que afloraran discusiones y tensiones entre ellos. Como si fuera un adelanto de los "realities" que todos conocemos, se formaron bandos, con intereses muy diferentes y no faltaron las peleas. Sobre todo por la comida, con acusaciones sobre el robo del preciado alimento.

Pero hubo otras fallas de las que ellos, por su acción u omisión, no fueron responsables. El desierto de Arizona, entre 1991 y 1993, no tuvo los días tan despejados y calurosos que son su característica. Como hubo muchos días de lluvia y nublados (en el exterior), las plantas dentro de la biosfera alteraron el ritmo de la fotosíntesis. En consecuencia, liberaron menos oxígeno que el que requerían los otros animales, el agua y, por supuesto, los hombres.

De pronto, esa carencia de oxígeno hizo que la biosfera fuera similar a vivir a 4.000 metros de altura, con los problemas de adaptación que conlleva tener menos oxígeno para respirar a personas acostumbradas a vivir en el llano.

Además, las plantas más rústicas comenzaron a avanzar por sobre las demás, Treparon por los cristales y oscurecieron el ambiente. Eso hizo más difícil todavía la producción natural de oxígeno y muchos ejemplares comenzaron a morir. Lo mismo le sucedió a un gran número de los animales que introdujeron en la biosfera.

Para peor, las bacterias utilizadas como fertilizantes proliferaron y también quitaron parte del oxígeno vital. El agua del mar se volvió mucho más salada y con algunos componentes ácidos. Finalmente, el agua dulce, que bebían las 8 personas, también perdió su calidad. Hubo que hacer una reparación urgente, pero desde el mundo exterior.

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El desierto instalado en la biosfera 2. Pronto todo se pareció a ese lugar (Foto: gentileza El Español).

El desierto instalado en la biosfera 2. Pronto todo se pareció a ese lugar (Foto: gentileza El Español).

El principio del fin de Biosfera 1

Como toda la experiencia estaba monitoreada de manera permanente, se decidió intervenir para evitar que algo les pasara a los 8 voluntarios. Se depuró el ambiente y se inyectó, al menos en dos oportunidades, oxígeno renovado. Se limpiaron algunas de las plantas que crecieron casi parasitariamente y se volvió a purificar el agua potable y la del mar.

Pero eso no mejoró lo más importante: la falta de alimentos. Los 8 ya habían perdido el 10% de su masa muscular y, como dijimos, tenían hambre de manera permanente. Solo tiempo después se supo que, de manera "clandestina" o "extraoficial", las personas encerradas recibían suplementos de semillas o comida para evitar que se enfermaran por no comer lo suficiente.

Con todos estos problemas, Biosfera 2 quedó irremediablemente dañada en su propósito inicial. Si tuvieron que ayudar desde el "exterior" a los conquistadores de otros mundos, ¿qué sucedería en el espacio exterior? Estarían condenados a morir porque jamás recibirían la ayuda que fue necesaria en el desierto de Arizona.

Un fracaso que se "reconvirtió"

Biosfera 2 fue una catástrofe. Alling y Van Thillo se rebelaron y rompieron uno de los cristales. El aislamiento se quebró y el domo perdió su razón de ser.

Poco después se intentó otra prueba, con la rotación incluso de los participantes del encierro (como sucede hoy en la Estación Espacial Orbital). Aunque tampoco dio resultado. Varios de los que participaron, sabiendo que estaban solo por un tiempo, ni siquiera cumplían con las tareas necesarias como para desarrollar en el futuro una colonia en el cosmos. Varios de ellos, cuando se hartaban, violentaban la puerta de la biosfera y todo volvía a fojas cero.

El proyecto se abandonó definitivamente a finales de los 90. Pero Space Biospheres Ventures y, sobre todo, Ed Bass, quisieron recuperar algo de su malgastada inversión. Pasó a manos de la Universidad de Arizona, que Mantuvo parte de las instalaciones. En junio de 2007, anunció que se destinó para ser un laboratorio para estudiar, entre otras cosas, el cambio climático. Así terminó el sueño de Biosfera 2 o una embrionaria colonia espacial.

De este modo, solo nos queda la biosfera 1, que no es otra cosa que nuestro planeta Tierra, el mismo que pese a que ya muestra signos de agotamiento por el maltrato al que lo sometemos, por ahora es nuestro único hogar.

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