Antonio busca desesperadamente información para recuperar su camioneta Ford F-100 robada en Ramos Mejía. Este vehículo es crucial para su trabajo como albañil junto a su hijo Javier.
Así se llevaron la F-100 de Antonio con una cadena en pleno Ramos Mejía.
Antonio busca desesperadamente información para recuperar su camioneta Ford F-100 robada en Ramos Mejía. Este vehículo es crucial para su trabajo como albañil junto a su hijo Javier.
La escena es casi surrealista: los delincuentes ataron el vehículo con una cadena a un auto y la remolcaron como si nada por las calles del barrio. Ahora, Antonio, con la ayuda de su hijo y vecinos, está en una cruzada desesperada para recuperar la camioneta que considera parte de su vida.
“Es una chata vieja, no les sirve para nada, y a mí me arruinan la vida”, dijo entre lágrimas. Desde ese día, no pudo volver a trabajar. La camioneta era su único medio de transporte y carga para hacer albañilería y pintura junto a su hijo Javier, de 32 años.
Antonio compró la Ford F-100 modelo 1977 en el año 1982. Desde entonces, nunca dejó de usarla. Todos los días salía con ella a trabajar, primero solo y luego acompañado de su hijo. “Nos movemos por el barrio, hacemos changas, arreglos, pintura…”, explicó. La camioneta, aunque antigua, estaba impecable: tenía todos los papeles en regla, incluso la VTV al día.
Para él no era solo un vehículo. Era su herramienta de trabajo, su historia sobre ruedas, y un vínculo emocional profundo con décadas de esfuerzo.
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