Elegir apropiadamente la combinación de hosting y dominio es el primer paso para un sitio web exitoso, sea este de cualquier magnitud y categoría.
Elegir apropiadamente la combinación de hosting y dominio es el primer paso para un sitio web exitoso, sea este de cualquier magnitud y categoría.
En esta guía, te brindamos algunos tips basados en tus necesidades para lograrlo.
En esta categoría entran los sitios web que no requieren necesidades computacionales especiales. Cualquier sitio web de presentación, portfoliosde profesionales, páginas de contacto, landing pages, blog personal, etc. Es la categoría más usual si vas a iniciar un proyecto web, o si esperas menos de 100 mil visitantes al mes.
Si bien existen varias subcategorías para este tipo de hosting, todos se basan en el mismo principio, y es que es muy accesible gracias al poder de la virtualización, donde se pueden tener varias instancias de hosting totalmente aisladas entre sí, pero compartiendo recursos computacionales. Una forma muy inteligente de abaratar costos sin desperdiciar poder de cómputo.
Las características que necesitas para tu propio proyecto las podés determinar según la opción más restrictiva para tus necesidades, como puede ser el espacio en disco o la cantidad de sitios web, pero no tenés que estresarte con esta selección, ya que es posible migrar a otro plan sin perder tus archivos y configuraciones. Simplemente obtendrás mejores y nuevas características al mudar a un mejor plan.
Si tu idea es lanzar un blog de gran complejidad, es recomendable contratar un plan especializado en Wordpress. Si bien no es obligatorio usar esta plataforma de creación de contenidos (CMS) es preferible teniendo en cuenta que este tipo de sitio web utiliza conexiones con bases de datos y otros recursos más específicos, por lo tanto, el plan está diseñado para funcionar sin fricciones bajo estas condiciones.
Estos tipos de alojamiento son un poco más complejos, y poco compatibles con el anterior, Tendrás que realizar un análisis de las necesidades de tu negocio para comprobar que las dimensiones del proyecto requieren alguna de estas categorías.
La primera que tenés que comprender es el hosting VPS o servidor privado virtual, se trata simplemente de una instancia virtual de una computadora, es decir, estás contratando la disponibilidad de una computadora completamente conectada a internet.
Sirve no solo para alojar sitios web, sino también otros servicios como bases de datos, aplicaciones, y cualquier otro tipo de recurso que se puede ejecutar en una computadora. El beneficio de que sea virtual implica que el “hardware” que la compone es totalmente flexible y puede contratarse a escala, es decir, que podés mejorar cualquiera de las características como la memoria RAM o la capacidad del disco, ¡solamente haciendo clic en un botón!
Es muy probable que las características de este tipo de alojamiento excedan enormemente las necesidades de tu negocio. Utiliza esta opción si estás pensando lanzar una app propia para el manejo y gestión de los datos de tus clientes o conectarlos con algún servicio más complejo no necesariamente relacionado con mostrar una página web.
Entonces, ¿qué es el cloud hosting? El concepto ahora resulta más simple al entender que es un punto medio entre hosting compartido y un VPS. Tendrás la simplicidad de un panel de control dedicado a sitios web, pero con la libertad de elegir mejor tus recursos computacionales. Así, serás capaz de elegir cuánta memoria RAM, espacio en disco, cantidad de núcleos y ancho de banda.
Si bien es más difícil de entender comparado con un simple web hosting, no debes preocuparte porque se venden en paquetes prediseñados, con la posibilidad de migrar a otro plan con tan solo un clic. De esta forma, si requerís de mayor capacidad computacional solo debes cambiar al siguiente plan.
El nombre de dominio es simplemente la frase o palabra que se utilizará para acceder a tu sitio web como, por ejemplo: google.com, siendo .com el dominio de nivel superior. Cabe destacar que el dominio suele contratarse (y pagarse) por separado, pero en Hostinger podés obtener un hosting con dominio incluido.
La combinación de estos será clave para incentivar las visitas a tu página web, la cual se debe mantener simple, llamativa y dependiendo de la naturaleza de tu negocio, puede ser discreta o creativa.
Los dominios de nivel superior más populares son: .com, .net, .org, .edu, .gov, pero con el tiempo se han creado un sinnúmero de posibilidades: .online, .xyz, .tv, .media, etc. La recomendación general es que uses los clásicos si se trata de un negocio con apariencia de seriedad. Un dominio .com nunca falla y sirve para cualquier tipo de proyecto.
Por otro lado, si la apariencia de tu empresa o proyecto es más creativa o distendida, podés utilizar alguno de los nuevos y hasta incluso hacer una combinación creativa entre nombre de dominio y dominio de nivel superior.
Por ejemplo, con un dominio .be (dominio internacionalizado para Bélgica), se puede crear el dominio: youtu.be, el cual existe para la plataforma de videos YouTube. Aunque resulte un desafío encontrar una coincidencia para tu proyecto, existen tantas posibilidades que, con un poco de práctica, lo conseguirás.
En conclusión, en lo que a hosting concierne, deberás tomarte un tiempo para analizar y seleccionar lo que es mejor para tu proyecto, pero siempre puedes comenzar por la opción más básica e ir migrando según la necesidad para no sobredimensionar los planes. Distinto es el caso del dominio, el cual no se puede modificar, por lo que deberás elegir con cautela.