Además de ser una verdura que puede quedar bien en cualquier plato, la remolacha también se destaca por su gran valor nutricional y sus múltiples beneficios para la salud.
Rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, la remolacha es una aliada natural para mejorar distintas funciones del organismo.
Además de ser una verdura que puede quedar bien en cualquier plato, la remolacha también se destaca por su gran valor nutricional y sus múltiples beneficios para la salud.
Esta raíz es una fuente importante de nutrientes esenciales como vitaminas del complejo B, especialmente ácido fólico, vitamina C y vitamina A; minerales como potasio, magnesio, hierro, zinc y manganeso; fibra dietética soluble e insoluble; antioxidantes naturales, en particular betalaínas, que le dan su característico color rojo intenso; y nitratos naturales, compuestos que influyen positivamente en la circulación sanguínea.
Salud cardiovascular: los nitratos que contiene ayudan a dilatar los vasos sanguíneos, favoreciendo la reducción de la presión arterial y mejorando la circulación, lo que contribuye a mantener el corazón sano.
Propiedades antiinflamatorias: gracias a las betalaínas, la remolacha ayuda a combatir la inflamación, protegiendo las células del daño oxidativo.
Incremento de energía y resistencia: permite un mejor aporte de oxígeno y nutrientes a los músculos, aumentando la energía y el rendimiento físico.
Mejora de la digestión: la fibra actúa como prebiótico natural, estimulando el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino y facilitando el tránsito intestinal.
Apoyo al sistema inmunológico: el zinc y las vitaminas presentes fortalecen las defensas naturales del organismo.
Desintoxicación: apoya la función hepática, ayudando al cuerpo a eliminar toxinas.
Control del colesterol: el consumo regular de fibra de remolacha puede colaborar en la reducción del colesterol LDL (“malo”).
Para aprovechar al máximo estos beneficios, la remolacha puede consumirse de diversas formas. Se puede preparar en jugos frescos combinada con frutas y verduras, ideal para quienes buscan una opción rápida y nutritiva. En ensaladas, ya sea rallada cruda o cocida, aporta sabor, textura y color. También es común usarla como guarnición, hervida, al horno o al vapor, acompañando platos principales. Además, puede incluirse en sopas y purés, enriqueciendo la dieta con su sabor y nutrientes.
Al cocinarla, se recomienda lavar la remolacha cuidadosamente y cocerla con piel para conservar su sabor y nutrientes, retirando la piel una vez cocida, que se quita fácilmente. También es posible consumirla cruda para aprovechar al máximo sus vitaminas y enzimas.
Incluir la remolacha en la alimentación diaria es una manera natural y efectiva de cuidar la salud, aportando energía, mejorando la circulación y fortaleciendo el organismo.