Higiene

¡Cuidado con las bacterias! Cómo desinfectar la esponja de la cocina y cada cuánto recomiendan cambiarla

La esponja de la cocina es uno de los objetos más sucios del hogar y pueden acumular hasta 54 mil millones de bacterias por centímetro cúbico.

La esponja de cocina puede albergar miles de millones de bacterias y convertirse en un foco de contaminación. Con simples cuidados y métodos de desinfección

La esponja de cocina puede albergar miles de millones de bacterias y convertirse en un foco de contaminación. Con simples cuidados y métodos de desinfección, se puede mantener limpia y segura

La esponja de cocina, a simple vista un objeto cotidiano, puede esconder una cantidad alarmante de bacterias. Un estudio publicado en Scientific Reports reveló que en tan solo un centímetro cúbico pueden encontrarse hasta 54 mil millones de bacterias, superando incluso la cantidad presente en un inodoro. Los investigadores detectaron más de 360 especies distintas, muchas resistentes a limpiezas superficiales, lo que convierte a la esponja en un verdadero foco de contaminación.

Este utensilio ofrece un ambiente ideal para el crecimiento bacteriano: humedad constante, restos orgánicos y temperaturas templadas. Su estructura porosa permite que los microorganismos se oculten en sus recovecos, y si no se desinfecta correctamente, las bacterias más resistentes sobreviven y se multiplican, poniendo en riesgo la higiene de platos, ollas y superficies. Entre las especies detectadas figuran algunas potencialmente peligrosas para la salud, como Salmonella y Escherichia coli (E. coli).

Por eso. expertos recomiendan cambiar la esponja cada una o dos semanas. Además, es aconsejable desecharla antes si se detecta mal olor, textura viscosa o deterioro visible. Aunque parezca intacta, una esponja vieja puede contener microorganismos invisibles que, al usarse, contaminan en lugar de limpiar.

Formas efectivas para desinfectar la esponja

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Si la esponja se encuentra en buen estado, es posible reducir la cantidad de bacterias mediante los siguientes métodos caseros:

  • Microondas

    La esponja, previamente humedecida, debe colocarse en el microondas durante un minuto. El calor intenso generado elimina gran parte de los microorganismos presentes. Este método es rápido y práctico, aunque no todas las personas disponen de microondas o prefieren utilizarlo para este propósito.

  • Hervir en agua caliente

    Sumergir la esponja en agua hirviendo durante al menos cinco minutos. Esta técnica es igualmente eficaz que el microondas y resulta adecuada para quienes no disponen de dicho electrodoméstico.

  • Remojo con lavandina

    Preparar una solución mezclando una taza de lavandina con nueve tazas de agua, o una cucharada con nueve cucharadas respectivamente. Sumergir la esponja en esta solución durante 5 a 10 minutos, lo que permite una desinfección química efectiva sin necesidad de aplicar calor. Posteriormente, debe enjuagarse bien para eliminar residuos y olores fuertes.

Recomendaciones para conservar la esponja en buen estado

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Se recomienda escurrir bien la esponja después de cada uso para evitar la acumulación excesiva de humedad.

Es importante no guardarla húmeda ni dentro de la pileta, ya que esos ambientes favorecen la proliferación bacteriana.

Se sugiere utilizar dos esponjas distintas: una para lavar platos y otra para limpiar superficies, con el fin de minimizar riesgos de contaminación cruzada.

Finalmente, es fundamental reemplazarla cada una o dos semanas, incluso si se realiza una desinfección adecuada.

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