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Microondas
La esponja, previamente humedecida, debe colocarse en el microondas durante un minuto. El calor intenso generado elimina gran parte de los microorganismos presentes. Este método es rápido y práctico, aunque no todas las personas disponen de microondas o prefieren utilizarlo para este propósito.
Hervir en agua caliente
Sumergir la esponja en agua hirviendo durante al menos cinco minutos. Esta técnica es igualmente eficaz que el microondas y resulta adecuada para quienes no disponen de dicho electrodoméstico.
Remojo con lavandina
Preparar una solución mezclando una taza de lavandina con nueve tazas de agua, o una cucharada con nueve cucharadas respectivamente. Sumergir la esponja en esta solución durante 5 a 10 minutos, lo que permite una desinfección química efectiva sin necesidad de aplicar calor. Posteriormente, debe enjuagarse bien para eliminar residuos y olores fuertes.
Recomendaciones para conservar la esponja en buen estado
Se recomienda escurrir bien la esponja después de cada uso para evitar la acumulación excesiva de humedad.
Es importante no guardarla húmeda ni dentro de la pileta, ya que esos ambientes favorecen la proliferación bacteriana.
Se sugiere utilizar dos esponjas distintas: una para lavar platos y otra para limpiar superficies, con el fin de minimizar riesgos de contaminación cruzada.
Finalmente, es fundamental reemplazarla cada una o dos semanas, incluso si se realiza una desinfección adecuada.