La publicación fue acompañada por la foto de la oreja de un perro, donde claramente se ve una cruz esvástica realizada con tinta para tatuajes. Desde la organización confirmaron que no se trata de un caso aislado, aunque no precisaron cuántos animales fueron encontrados en esta condición ni en qué zonas exactas de Allen.
Denuncia y pedido de intervención estatal
En todos los casos, los animales fueron asistidos por ACPRAA y puestos a resguardo. Los hechos ocurrieron en la misma zona de Allen, lo que llevó a la organización a pensar que se trata de una práctica sistemática y no descarta que se realicen dentro de una vivienda de la zona.
En la publicación de la asociación en Facebook, advirtieron: “Vamos a denunciar estos actos al Ministerio Público Fiscal en caso de encontrarlos en viviendas, a razón de que no se estén realizando actos que atenten a personas y animales... también así a la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia”.
Al principio, desde la organización protectora no creían que la situación iba a escalar tanto. “El primer caso se nos presentó hace tres meses, es la primera vez que nos pasa”, señaló Gabriela Sánchez, presidenta de ACPRAA, en diálogo con Diario Río Negro.
Además, explicó que durante sus charlas en escuelas detectaron que algunos estudiantes dibujan cruces esvásticas en sus cuadernos sin saber qué significan, por lo que al principio creyeron que podría tratarse de una “travesura” de chicos. “Al ser consultados, reconocieron que no tienen mayor idea de lo que significa, que solo manifiestan que lo tienen ‘de onda’”, confió la presidenta de la asociación.
Sin embargo, la reiteración de los casos y el estado de los animales llevaron a otra conclusión. “Nos asombra la crueldad, porque para tatuar a un animal hay que dormirlo, anestesiarlo o ejercer mucha fuerza para mantenerlo quieto”, resaltó Sánchez.
Repudio masivo en redes sociales
Las imágenes compartidas por la asociación generaron un fuerte impacto entre los usuarios de Facebook, que no tardaron en expresar su bronca y preocupación por lo ocurrido.
“La gente está mal de la cabeza”, escribió una usuaria. “¡Hay un psicópata en la zona!”, advirtió otra. “¡Gente sin cerebro!”, sentenció una mujer en los comentarios.