En el campo de la familia Giraudo, en la zona cordobesa de La Palestina, Ausonia y Arroyo Cabral, un hecho inusual generó estupor entre los presentes: una vaca dio a luz a un pequeño ternero de dos cabezas. Sin embargo el ánimo en el establecimiento no es el mejor, ya que debido a la particularidad del caso el trabajo de parto se extendió mucho más de lo esperado, tuvo sus secuelas, y finalmente tanto el pequeño ternero como su madre murieron tras el extraño suceso.