Con el torneo a menos de un mes, la única alternativa viable sería una gestión especial a través de la FIFA, que podría solicitar un permiso laboral temporal para permitirle formar parte del plantel. Si esto no prospera, el Consejo de Fútbol ya evalúa la posibilidad de sumar un nuevo central en el mercado de pases.
En paralelo, la situación de Marcos Rojo también genera tensión puertas adentro. Su reciente sanción por no presentarse a una práctica antes del partido contra Independiente —cuando avisó desde su casa que tenía fiebre— y algunos antecedentes de indisciplina lo pusieron bajo la lupa. El público fue tajante: lo silbó en los últimos partidos, incluso cuando convirtió un penal clave frente a Lanús. Si bien tiene contrato hasta diciembre y no recibió ningún aviso formal de exclusión, su presencia en la lista del Mundial dependerá de la decisión de Russo y de lo que Boca pretenda en esta nueva etapa.
Por el momento, el único jugador que ya quedó descartado es Esteban Rolón, sin lugar en la consideración del club. El mediocampista, que pasó a préstamo por Belgrano durante 2024, será reubicado en otro equipo.
Boca cuenta los días para el debut ante Benfica, pero la defensa ya le genera más de un dolor de cabeza.