Riquelme, presidente de Boca, habría aprovechado su cercanía con Russo para tentarlo a iniciar su tercer ciclo en el club. Ese movimiento generó un cimbronazo en Boedo, donde aseguran que la incertidumbre previa al partido por el Torneo Apertura desestabilizó al equipo.
En caso de que Russo firme con el Xeneize, en San Lorenzo podría exigir un resarcimiento económico. El entrenador tenía contrato vigente hasta fin de año, y ya había cobrado su salario hasta marzo. A esto se le suman deudas con su cuerpo técnico y otras “cuestiones legales no resueltas” que podrían impedirle dirigir en Boca hasta que se aclaren.
Mientras tanto, el Ciclón debe enfocarse en lo que viene: el cruce ante Quilmes por los 16avos de la Copa Argentina. Damián Ayude, DT de la Reserva, tomará el mando de forma interina. Pero su nombre no está descartado como opción definitiva: conoce al plantel, al club y ya tiene el respaldo de algunos dirigentes.
Además de Ayude, en carpeta están Gustavo Quinteros, el Kily González y Pipo Gorosito, si queda libre de Alianza Lima. La necesidad de encontrar un DT estable es urgente. Pero puertas adentro, la herida por la salida de Russo no cicatriza tan fácil.