ESCÁNDALO

El palazo del presidente de San Lorenzo a Miguel Ángel Russo tras su salida para asumir en Boca

La renuncia de Miguel Ángel Russo agitó las aguas en San Lorenzo. Mientras el técnico se despide y se acerca a su tercer ciclo en Boca, en Boedo hay malestar por las formas de su salida y la intervención directa de Juan Román Riquelme.

El palazo del presidente de San Lorenzo a Miguel Ángel Russo tras su salida para asumir en Boca

Lo que parecía ser el cierre de una etapa con respeto mutuo terminó con malestar, sospechas y reclamos. Miguel Ángel Russo renunció a su cargo como técnico de San Lorenzo este lunes, en medio de un clima tenso y con destino ya marcado: Boca Juniors. Sin embargo, no fue su partida lo que más dolió en Boedo, sino la manera en que se dio su salida, y así lo hizo saber el presidente en funciones, Julio Lopardo.

image.png

“No sé si va a Boca… veremos. Me molestaron las versiones, nos hicieron mucho daño”, lanzó Lopardo en diálogo con los medios, dejando en claro que no le cayó bien la forma en que se manejó la situación. “El viernes le pregunté si había hablado con Boca y me dijo que no. Ayer le pregunté lo mismo… y le creí”, sentenció, dejando entrever cierta decepción por parte del club ante la actitud del entrenador.

Russo pasó por el Nuevo Gasómetro para despedirse del plantel profesional. Mantuvo una reunión privada con referentes como Iker Muniain, Facundo Altamirano y Jhohan Romaña, donde explicó las razones de su alejamiento. Si bien los jugadores mantienen una buena relación con él, en la dirigencia quedaron varias cuentas pendientes.

El conflicto no apunta directamente a Russo, sino a las formas: desde la dirigencia entienden que Boca actuó con deslealtad institucional al negociar de manera directa con el DT, sin comunicar nada a San Lorenzo, justo en la previa de una semifinal clave frente a Platense. Un partido que el Ciclón perdió por 1-0 y que terminó de agravar la crisis deportiva y dirigencial.

Riquelme, presidente de Boca, habría aprovechado su cercanía con Russo para tentarlo a iniciar su tercer ciclo en el club. Ese movimiento generó un cimbronazo en Boedo, donde aseguran que la incertidumbre previa al partido por el Torneo Apertura desestabilizó al equipo.

En caso de que Russo firme con el Xeneize, en San Lorenzo podría exigir un resarcimiento económico. El entrenador tenía contrato vigente hasta fin de año, y ya había cobrado su salario hasta marzo. A esto se le suman deudas con su cuerpo técnico y otras “cuestiones legales no resueltas” que podrían impedirle dirigir en Boca hasta que se aclaren.

Mientras tanto, el Ciclón debe enfocarse en lo que viene: el cruce ante Quilmes por los 16avos de la Copa Argentina. Damián Ayude, DT de la Reserva, tomará el mando de forma interina. Pero su nombre no está descartado como opción definitiva: conoce al plantel, al club y ya tiene el respaldo de algunos dirigentes.

Además de Ayude, en carpeta están Gustavo Quinteros, el Kily González y Pipo Gorosito, si queda libre de Alianza Lima. La necesidad de encontrar un DT estable es urgente. Pero puertas adentro, la herida por la salida de Russo no cicatriza tan fácil.