Por casualidad

Un Ipad enterrado en la arena, la prueba clave para descubrir un "crimen perfecto" de película

La justicia tarda pero llega. Como si fuera un guion de una película de intrigas, un hallazgo casi fortuito fue clave para resolver una serie de crímenes, que incluyeron robos de artículos de lujo y un intento de homicidio.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Un Ipad

Un Ipad, un elemento clave para resolver una serie de crímenes. (foto: A24.com)

Tras una declaración, las cámaras de vigilancia en Londres siguieron a un auto que andando junto al río Támesis, en un momento se detuvo. Una persona se baja y lanza al agua un elemento que no puede distinguirse en la imagen. Los buzos, con un trabajo paciente, lograron encontrar algo que sería clave para vincular todos los elementos previos. La arena del fondo del Támesis cubría a un Ipad. De su interior, lograron rescatar la tarjeta SIM y hacerla operativa.

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Como si fuera un momento clave de "el código da Vinci", la tarjeta entregó una serie de datos que permitió llegar hasta los integrantes de una banda de criminales sofisticados. Los espera una gran cantidad de años en prisión. Más de un siglo. Gracias a un secreto guardado en el fondo de un río.

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Los balazos contra la vivienda de un luchador. Por uno de esos tiros, quedó postrado en silla de ruedas. (Foto: Gentileza CNN)

Los balazos contra la vivienda de un luchador. Por uno de esos tiros, quedó postrado en silla de ruedas. (Foto: Gentileza CNN)

El crimen perfecto, salvo por un Ipad

En el año 2019, se produjo el primer episodio que llamo sobremanera la atención de la policía. En Woodford, en el noreste del gran Londres, se produjeron varios disparos contra una vivienda. Seis balas atravesaron el cristal de un invernadero en una lujosa propiedad del comediante Russell Kane, que había sido alquilada al ex luchador Paul Allen. También detenido por otros crímenes, lo que sugiere un ajuste de cuentas. Una bala le amputó un dedo, pero lo más grave fue que otra se alojó en su médula y le quedaron secuelas motrices y respiratorias para siempre.

Al día de hoy, Allen permanece confinado en una silla de ruedas, con parálisis de brazos y piernas. ¿Por qué llamó tanto la atención de la policía? Allen fue uno de los cabecillas de lo que sigue siendo el mayor robo a mano armada en la historia de Reino Unido. En 2006, formó parte de una banda que usaba pasamontañas y portaba armas, incluyendo un fusil de asalto AK-47, y que amenazó con matar al personal del depósito de Securitas en Tonbridge, Kent. Se llevaron 68 millones de dólares del Banco de Inglaterra.

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Louis Ahearne (izquierda), Stewart Ahearne (derecha) y Kelly en el centro, los tres acusados (Foto: Gentileza BBC)

Louis Ahearne (izquierda), Stewart Ahearne (derecha) y Kelly en el centro, los tres acusados (Foto: Gentileza BBC)

Pero el primer cuadro de esta película - pero en la vida real - se dio en Ginebra, en Suiza. Apenas un mes antes de haber intentado asesinar a Allen, cometieron otro crimen. Esta vez más refinado: los hermanos Ahearne y Kelly se encontraban frente al Museo de Arte del Lejano Oriente en Ginebra. Llevaban un mazo, pinzas angulares y palancas.

Se llevaron tres objetos de la dinastía Ming de China del siglo XIV con un valor estimado de, cuyo valor asegurado total era de US$3,6 millones. Pero en la huida, uno de ellos se cortó y dejó rastros de su ADN en el lugar. Él alquiló el auto usado para el robo. Y Louis, quedó registrado por las cámaras de seguridad del museo el día antes del asalto.

Pero la policía no podía armar el rompecabezas. Hasta 2024.

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Paul Allen y las cámaras que muestran a los sospechosos cuando intentaron asesinarlo. (Foto: Captura de TV)

Paul Allen y las cámaras que muestran a los sospechosos cuando intentaron asesinarlo. (Foto: Captura de TV)

La clave: un Ipad en el fondo del Támesis

Poco después del robo en Suiza, volaron a Hong Kong para intentar vender el botín a una casa de subasta. Pero fueron atrapados por agentes encubiertos, que tenían sus datos gracias a las "huellas" dejadas involuntariamente en Ginebra.

Pero faltaba algo, lo que los unía con el intento de asesinato al luchador Allen en Woodford, Londres. Tenían piezas de un rompecabezas que no lograban armar.

  • Se encontraron seis casquillos de bala disparados por una pistola semiautomática Glock marcas de desgaste en la valla
  • Marcas del jardín trasero de la propiedad, provenientes de la dirección en la que se efectuaron los disparos.
  • Se descubrió que las muestras de ADN tomadas de la valla pertenecían probablemente a Louis y Kelly (los ladrones de jarrones chinos en Ginebra).
  • un Renault Capture gris plateado, propiedad de la empresa de alquiler Avis. Stewart lo alquiló dos días antes del tiroteo contra la vivienda de Allen.
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El robo a un museo de Ginebra y el río Támesis. Unidos por un Ipad que ayudo a atrapar a una red de criminales. ( Foto: A24.com)

El robo a un museo de Ginebra y el río Támesis. Unidos por un Ipad que ayudo a atrapar a una red de criminales. ( Foto: A24.com)

La policía revisó todas las cámaras de Londres y detectaron dos hechos encadenados. Un día, estaban siguiendo al Mercedes de Allen. Y en otro, luego del tiroteo, el vehículo se detuvo en una calle junto al río Támesis. El propio Louis dijo que esperaba que se recuperaran esas imágenes de las cámaras de seguridad de la calle, que lo mostrarían "tomando aire fresco" mientras Kelly desaparecía en dirección al Támesis. Esa fue la perdición para los tres criminales.

Louis pretendió justificar que solo estaba descansando o "tomando aire fresco", como si nada tuviera que ver con el ataque a Paul Allen. Sin embargo, la policía ubicó la imagen de Kelly. Estaba lanzando algo al Támesis. Los buzos iniciaron el camino final para el trío de criminales. Tras una paciente revisión del fondo del río que cruza toda Londres, hallaron, sepultado por la arena un Ipad. Con un gran trabajo de los científicos, lo recuperaron y lograron extraer la tarjeta SIM. Pudieron volverla operativa y allí encontraron la pieza clave para armar todo el rompecabezas sobre el que comenzaron a trabajar en 2019.

La tarjeta SIM también estaba vinculada a dispositivos de rastreo GPS que se encontraron dentro de un automóvil cuando Louis y Kelly fueron arrestados en agosto de 2019. Llegaron a las cuentas de correo electrónico que vincularon posteriormente a Kelly y a un colaborador. La policía pudo examinar 59 compras en Amazon y eBay. Algunas incluían teléfonos Nokia desechables no registrados utilizados para comunicarse durante la trama de asesinato.

La tarjeta SIM estuvo en uso hasta que desapareció de la red poco antes de que dispararan contra Allen. Con estos datos, la suerte de los tres criminales quedó sellada.

Se los declaró culpables de conspiración para asesinar. La sentencia es ejemplar: más de un siglo en prisión.

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