"Se sentía mal, se fue a su habitación, se tapó. Era como que había pasado algo, pero no quería hablar, no quería hablar y no quería hablar. Ella estaba cuidando a su amiga", relató sobre la noche del abuso en la que volvió a su casa acompañada por Buitrón.
También, observó sobre el análisis que hacía su hija a tan corta edad: "Sabía que quieras o no, rompés una familia, rompés un montón de cosas. Pero bueno, no es culpa de nosotros que hayamos roto una familia", dijo sobre el abusador.
Las acusaciones en el pueblo hasta la sentencia
"Es un pueblo y la gente te acusa siempre. A mí me trataron de envidiosa, porque mi hija era una problemática, como que ella tenía envidia por su amiga. Uno se tuvo que aguantar... que yo quería sacar millones", cuestionó las críticas que recibió por parte de sus vecinos.
Y detalló otra situación en la que su hija fue burlada por compañeros en un grupo de WhatsApp: "Imagínate que tiene grupos en que hay pibes que se le cagan de risa como diciendo 'Ay la abusada' cuando la ven en un boliche. Y vos los querés matar, porque ella viene y me cuenta" y agregó que esa situación pasó "antes del juicio".
"Porque lo que pasa que la Justicia nos habían dado el 2025 recién, entonces eran cuatro años que la gente pensó 'Acá no pasó nada'", remarcó sobre el tiempo que llevó elevar la causa a juicio.
Durante ese lapso, Buitrón estuvo en libertad y hubo momento en que las víctimas se lo cruzaban sin querer en el pueblo: "Hubo negocios en que no le cerraron las puertas, otros negocios sí le cerraron las puertas, pero él andaba ahí, hacía los mandados" y recordó un día que se lo cruzó en una competencia de patín donde las hijas de ambas representaban.
"Él fue a un festival de patín de mi hija. Está bien que la hija de él también patinaba. Pero al verlo entrar, mi hija fue una locura, llamamos a la policía y el tipo desapareció. Nunca nos pusieron una perimetral eso", cuestionó.
El análisis del abogado de la familia
El abogado de las familias de las víctimas, Maximiliano Orsini, señaló que "la veracidad de la Cámara Gesell dio por acreditado el modus operandi de esta persona. La defensa técnica intentó exponer un trastorno obsesivo compulsivo y que por eso ingresaba a la habitación durante la noche, a la madrugada, para tapar a las niñas" y arremetió: "Él se da cuenta que lo tiene a los 50 años después de que lo denuncian penalmente por abuso".
Sobre el falló, resaltó que se logró una condena pero lamentó "no se tuvo en cuenta la corrupción de menores". Y sobre el tribunal que descartó esa figura, destacó que "sí dio por acreditado el abuso sexual en concurso real, que son tres hechos".
Sobre el condenado, evaluó: "Yo creo es que el condenado nunca pensó que iba a quedar condenado. Él hacía su vida normalmente pensando que iba a quedar impune. Eso fue lo que demostró en cuanto a la defensa que hizo. Negar todo y pensar que se iba a liberar".