Gallego también sostuvo que hubo una reunión previa en la que se discutió la ejecución del delito. “Días antes del almuerzo en la casa de la abuela Catalina, se reunieron las mismas personas sin la presencia del menor ni de su padre”, señaló, dejando en claro que el crimen no fue un hecho aislado ni accidental.
Uno de los aspectos más impactantes de la investigación es la presunta complicidad entre los principales sospechosos. Según el abogado, hay una conexión directa entre María Victoria Caillava, Laudelina Peña y Daniel “Fierrito” Ramírez.
En sus declaraciones, Gallego afirmó que tanto Laudelina Peña como Ramírez sabían lo que iba a suceder. Además, aseguró que Victoria Caillava y su esposo, Carlos Pérez, fueron partícipes activos en la ejecución del plan.
"Vamos a encontrar a Loan. Los secuestradores no tuvieron tiempo ni intención de sacarlo de Corrientes", expresó el abogado, sugiriendo que el niño habría permanecido en la zona en todo momento.
Según la hipótesis de la querella, el objetivo del secuestro era el abuso sexual y la intención inicial era devolver a Loan después del delito. Sin embargo, el operativo de búsqueda cambió el rumbo de los acontecimientos.
"Un llamado que antes no se consideró. Cuando dicen que Loan se perdió, Ramírez desaparece de la escena y varias horas después aparece con ropa diferente", reveló Gallego, sugiriendo que el sospechoso pudo haber tenido un rol clave en la ejecución del plan.
Además, el abogado hizo énfasis en un mensaje clave de Laudelina Peña, en el que reclamaba a qué hora lo iban a devolver. Este dato, según Gallego, confirma que Loan estuvo retenido en un sitio cercano y que su devolución estaba planeada en cuestión de horas.
Pero algo cambió. Carlos Pérez regresó sin el niño, y a partir de ahí, la situación tomó otro rumbo. "Hemos hecho un trabajo de ingeniería jurídica que era impensado", concluyó Gallego, dejando entrever que la trama detrás de la desaparición aún tiene detalles por esclarecer.