“En el primer Plan Cóndor, quienes ejecutaban a los referentes progresistas eran generales y coroneles. Hoy lo hacen jueces y fiscales”, advirtió, aludiendo a los procesos judiciales que afectaron a figuras como Lula da Silva, Rafael Correa y la propia Cristina Kirchner, entre otros.
Para Morales, los procesos de criminalización de exmandatarios populares no responden a cuestiones éticas o legales, sino a una estrategia internacional para desarticular proyectos soberanos.
“En todas las encuestas estoy primero. Si fuese candidato, gano con un 60% mínimo. Yo hice política por la patria, no tengo ninguna denuncia por corrupción”, sentenció, reforzando su idea de que su exclusión electoral es “política y arbitraria”.
Interna en Bolivia: “Arce me traicionó y está entregando el litio”
Uno de los pasajes más tensos de la entrevista fue cuando Evo Morales apuntó directamente contra su sucesor y exministro de Economía, Luis Arce.
“El presidente Arce se derechizó. Me siento totalmente traicionado por él. Está aplicando la receta del FMI y el Banco Mundial: reducir el Estado y entregar el litio”, sostuvo, y lo acusó además de ser cómplice de la falta de investigación en un atentado contra su vida.
Según Morales, “hace meses le dispararon 18 balas” y no hubo ninguna fiscalía que iniciara una causa seria para esclarecer el hecho:
“Arce está detrás de todo esto”, acusó sin rodeos. La fractura política entre Morales y Arce no es nueva, pero en este caso Evo dejó en claro que ya no hay retorno en la relación. “Están utilizando el aparato judicial y la represión estatal para proscribirme. No les importa la legalidad”, remarcó.
Cristina, Lula, Correa: el mapa del lawfare en América Latina
Morales amplió su mirada sobre la situación regional y describió un patrón común en los gobiernos de derecha —y en los que se derechizan desde adentro— que utilizan al Poder Judicial para perseguir a sus oponentes.
“Esto pasó en Ecuador, pasa en Colombia, le pasó a Lula en Brasil y ahora pasa con Cristina en Argentina”, dijo. “La persecución política ya no se hace con armas ni tanques, sino con sentencias, fallos y operaciones judiciales mediáticas”, remarcó.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) insistió en que su inhabilitación como candidato para las presidenciales del 17 de agosto es “ilegítima”. Acusó al Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia de “autoprorrogarse” y de dictar una sentencia sin sustento.
“Esa sentencia constitucional que me prohíbe ser candidato es ilegal, política e inconstitucional. Es un abuso del poder judicial al servicio del poder económico”, expresó.
Durante la entrevista, Evo Morales también mencionó el regreso de ciudadanos bolivianos a su país, en un contexto de crisis económica en Argentina. “Muchos hermanos y hermanas bolivianos están volviendo a Bolivia”, comentó, aunque evitó desarrollar el motivo.
En otro tramo, volvió a referirse a la política internacional con una frase provocadora sobre el expresidente de EE.UU., Donald Trump: “Trump está loco, habría que tratarlo con un psiquiatra”, lanzó, en alusión a su papel desestabilizador y su cercanía con regímenes conservadores.
Morales cerró la charla con un mensaje humanitario. Condenó los crímenes cometidos por Hamas, destacó la importancia de la solidaridad por encima de las diferencias ideológicas y dijo que durante su presidencia “siempre se defendió la vida”.
“Cuando era presidente, expresaba solidaridad incluso con mis opositores cuando se trataba de defender la vida. Esa es nuestra política”, concluyó.
Aunque su partido, el MAS, enfrenta trabas legales para participar de las elecciones de agosto, sus seguidores ya iniciaron protestas, cortes de ruta y movilizaciones para presionar por su habilitación. Morales, por su parte, afirma que está dispuesto a competir, y que su liderazgo aún moviliza a la mayoría del electorado.