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500 ml de jugo natural (naranja, limón, frutilla o la fruta que prefieras)
3 cucharadas de gelatina sin sabor en polvo o 6 láminas de gelatina
2-3 cucharadas de miel o edulcorante (opcional)
Frutas frescas en trozos para dar sabor y nutrientes (opcional)
Pasos para preparar gelatina casera
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Hidratar la gelatina: Si usás gelatina en polvo, mezclá las tres cucharadas con 100 ml de agua fría y dejá reposar entre 5 y 10 minutos. Si usás láminas, sumergilas en agua fría durante 5 minutos.
Calentar el jugo: Poné el jugo en una olla a fuego bajo, sin que llegue a hervir.
Agregar la gelatina: Incorporá la gelatina hidratada y mezclá bien hasta que se disuelva completamente, sin grumos.
Endulzar (opcional): Añadí miel o edulcorante al gusto.
Agregar frutas: Colocá frutas frescas en moldes o recipientes para sumar sabor y vitaminas.
Refrigerar: Llevar a la heladera durante al menos 4 horas hasta que cuaje.
Beneficios de la gelatina para tus huesos, piel y uñas
Este alimento aporta aminoácidos como glicina y prolina, fundamentales para que el organismo mantenga la estructura y elasticidad de la piel, fortalezca las uñas y conserve la salud ósea. Además, su contenido en minerales como calcio, magnesio y fósforo ayuda a fortalecer los huesos.
Para potenciar estos efectos, es importante consumirla junto a alimentos ricos en vitamina C, ya que esta vitamina facilita la formación de las proteínas estructurales en el cuerpo.