2. El Día Después (1983) – Nicholas Meyer
Visión premonitoria: Las consecuencias inmediatas de una guerra nuclear.
Este clásico de la televisión estadounidense fue tan impactante que incluso Ronald Reagan dijo haber sido "profundamente afectado" tras verla. Muestra con crudeza qué ocurriría si cayeran bombas nucleares en suelo estadounidense: muerte masiva, colapso social y décadas de consecuencias. Las imágenes, crudas y directas, siguen siendo referencia obligada para pensar lo impensable.
3. Threads (1984) – Mick Jackson
Visión premonitoria: El apocalipsis desde la óptica ciudadana.
La versión británica y aún más brutal que The Day After. Threads muestra cómo una guerra nuclear entre la OTAN y la URSS destruye Reino Unido. Más que en la explosión, se enfoca en lo que viene después: hambre, enfermedades, mutaciones, caos social. Tan realista que parece un documental. Una advertencia dura y necesaria.
4. Juegos de Guerra (1983) – John Badham
Visión premonitoria: Ciberseguridad y guerra automatizada.
Un adolescente se mete sin querer en el sistema de defensa de Estados Unidos y activa un simulacro de guerra nuclear que casi se convierte en realidad. Aunque fue lanzada en los '80, WarGames anticipó conceptos clave del presente: la automatización del armamento, la inteligencia artificial y los peligros del control remoto en conflictos bélicos. Hoy, con la IA generativa y los drones autónomos, parece más documental que ficción.
5. Niños del Hombre (2006) – Alfonso Cuarón
Visión premonitoria: La guerra mundial como fondo de un colapso civilizatorio.
Aunque la guerra global es solo un telón de fondo, esta distopía sobre un mundo sin nacimientos muestra cómo los estados fallidos, las migraciones masivas y los conflictos armados se combinan en un futuro oscuro y desolado. La guerra no estalla, sino que se vive como una constante sin resolución. Una visión quizás más cercana a las guerras “fragmentadas” del presente.
6. La Suma de Todos los Miedos (2002) – Phil Alden Robinson
Visión premonitoria: El terrorismo como detonante global.
Basada en la novela de Tom Clancy, esta película plantea un atentado nuclear en suelo estadounidense que casi desata una guerra entre EE.UU. y Rusia. Si bien es una ficción, el planteo de un "falso culpable" como chispa para una guerra mundial resulta inquietantemente plausible en tiempos de operaciones de desinformación y conflictos híbridos.