Historia de vida

Matías Rebozov, el execonomista y coach que acompaña a "personas vacías" a conectar con su "propósito de vida"

Estudió economía en la UBA pero se dio cuenta de que no se hallaba. Entonces decidió hacer una maestría en macroeconomía en la Universidad de Amsterdam.

Matías Rebozov, el execonomista y coach que acompaña a personas vacías a conectar con su propósito de vida

Estudió economía en la UBA pero se dio cuenta de que no se hallaba. Entonces decidió hacer una maestría en macroeconomía en la Universidad de Amsterdam. Volvió a Argentina, tuvo su empresa de finanzas con algo más de veinte años pero descubrió que su camino no estaba ligado a algo tan rígido, duro y vacío. Su propia experiencia de vida y transformación profesional lo empujó a convertirse en el Life Coach del momento. Es fundador de Oneness LLC y lidera el programa de transformación de vida Círculo Humano de Desarrollo. Desde allí transmite todo su conocimiento con un profundo equilibrio entre lo material y lo espiritual tanto en las redes sociales como en la vida misma._

La historia de Matías Rebozov tiene muchas aristas pero, seguro, un propósito: contagiar con su experiencia de vida a miles de personas que, como le sucedía hace años a él, tal vez no han encontrado su espacio donde fluir y aportarle valor a los demás.

Apenas egresado de la UBA, donde estudio economía, Matías Robozov se introdujo en el mercado laboral desde uno de los sitios donde todos los estudiantes sueñan con estar, que es el segmento de las calificadoras de riesgo. Pero renunció para irse a estudiar una maestría en Amsterdan donde se formó en macroeconomía. Un año y medio viviendo en la capital de los Países Bajos y estudiando en otro idioma -inglés- le dieron las ganas de volver y aplicar lo aprendido.

_- ¿Cómo fue ese regreso?_

-Espectacular. Cuando llegué me convocó mi tío Marco Rebozov, un economista prestigioso en el país, para que me sumara a trabajar en su consultora. Me invitó a ser socio suyo y realizar los informes de macroeconomía con él. Era el sueño de todo joven recién egresado que se quiere re-incorporar al mercado laboral. Pero a los pocos meses la vida me dio un vuelco inesperado: mi tío y mentor se enfermó de cancer y falleció. En ese momento quedé en una estructura que no era lo que yo deseaba. Al poco tiempo mi hermano y yo heredamos esa empresa y los que antes era mis jefes y compañeros ahora eran mis empleados. Pero al país le iba cada vez peor y yo pasé de empleado a dueño, siendo el que más riesgos asumía y el que menos ganaba de todos. Me sentía atrapado en una rutina y un entorno que no me hacía feliz.

A Matías Rebozov le ocurrió lo que a muchas personas le sucede en algún momento de sus vidas. Se encuentran atrapados en una historia que no quisieron protagonizar. Y no saben cómo frenar esa vorágine que el día a día les impone.

_- ¿Y qué hiciste?_

-Por suerte llegó el 2020. En ese momento, durante la pandemia, pude tomar perspectiva para reflexionar. Estaba solo y pensaba como iba a ser mi vida en el futuro. Me angustiaba poder predecir mi vida para la eternidad: levantarme, tren, subte, mismos temas, mismas personas, mismas tareas, muerte y fin. Vendí mi participación en la empresa y me encontré de cara con miedos que no sabía que tenía. Me sentía perdido y vacío. Y en esa incertidumbre de no saber qué hacer de mi vida, estudié coaching en la academia de Borja Vilaseca, que está en Barcelona, y por primera vez en mi vida empecé a fluir en las cosas que me gustaban. Pero me preguntaba: ¿podré vivir de esto? Ahí apareció una empresa de Londres que me contrataba para aplicar mis herramientas para reclutar programadores. Iba a ganar en moneda extranjera más de lo que nunca había ganado y me quedaba tiempo para mi proyecto personal de Coaching. Era soñado una vez más. Firmé el contrato, lo envié, pero la empresa nunca más me respondió. Entonces, todo me confrontaba una y otra vez conmigo mismo y los desafíos que debía asumir.

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En ese momento se produjo un cambio fundamental para Matías Rebozov. Porque, a pesar de los miedos, supo que tenía que afrontar el único camino posible y avanzar en lo que le hacía bien, que era ayudar a las personas a encontrar su propósito. "Recuerdo como si fuera hoy aquellos momentos. Había logrado salir de un lugar en el que no quería estar, me sentía libre y con tiempo, pero apareció una pregunta terrible, que el 99% de la población mundial no se anima a hacerse: ¿Quién soy? ¿Para que soy bueno? ¿Cómo puedo agregarle valor a los demás? Con todas esas preguntas empecé a sentir un vacío cada vez más grande, un lugar donde no hay información, y si no lo podemos resolver lo tapamos con malos hábitos. Pero yo lo que hice fue entrar en ese vacío y explorarlo, quedarme hasta que apareció la respuesta", comenta con muchas ganas de contar todo lo que lo impulsó hacia sus sueños.

Al poco tiempo, después de la experiencia en la academia de Vilaseca, pudo encontrarle sentido a su presente de vida: "ahora sí sentía que destacaba, que hacía cosas bien y me gustaba eso de generar vínculos, conexiones, armar equipos. Y todo lo hacía rápido y fácil, fluía" remarca para luego contar que "empecé a armar mi marca personal en las redes, y de ahí en adelante nunca dejé de trabajar ni de tener clientes. Tengo programas increíbles como el Círculo Humano de Desarrollo, que está dirigido a personas que se sienten vacías y desconectadas pero saben que están para más. Personas que no quieren resignarse. Pero por sobre todas las cosas, que no tengan que vivir este proceso en soledad".

Un camino propio

Después de aquella experiencia no concretada con la empresa de Londres, Matías Rebozov decidió dar el salto hacia adelante, asumiendo los riesgos propios del que emprende pero con la convicción de que tenía mucho para darle al resto.

"Empecé a compartir en formato de programas lo que yo había vivido, empecé a contar los problemas transitados y como los había resuelto. Sentía que era importante compartirlo porque es en esos momentos, cuando enfrentamos situaciones que parecen imposibles, donde aparecen nuestras habilidades y talentos únicos. Y eso me permitió conectar con mi propósito y enseñar a otras personas a que hagan lo mismo", explica el coach. Es más, actualmente, haciendo un repaso de su planificación anual, Rebozov pudo verificar que los miedos quedaron atrás: "la semana pasada me di cuenta que ahora pude obtener una facturación mayor a la que me ofrecia la empresa de Londres", confirma con orgullo.

Hacia adelante hay mucho por hacer, ayudando a más personas a encontrarse a si mismas y a fluir. Por eso, cuenta que "Oneness -su empresa- es la visión a futuro. Una empresa que ofrece a los participantes un formato educativo donde pueden confiar en expresar todo aquello que no quieren que viva mas dentro de ellos. Trabajamos para sacar de adentro lo que está obsoleto y hacemos espacio para que surja lo nuevo. Para que se exprese el Circulo Humano de Desarrollo tanto en Argentina como en otras partes del mundo", resaltó en el final.

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