Historias

Un nuevo estudio refleja la altísima tasa de gente que se masturba en su trabajo

Una encuesta anónima arroja datos sorprendentes y también muestra la impactante diferencia entre hombres y mujeres en la masturbación laboral. Según los expertos, "masturbarse en el trabajo aumenta la productividad".
Ofertas laborales fraudulentas: este tipo de estafas suponen una gran desilusión para quien busca trabajo

Ofertas laborales fraudulentas: este tipo de estafas suponen una gran desilusión para quien busca trabajo, pero además pueden generar un problema mayor, como el robo de identidad, alertan los expertos. (Foto archivo)

Según una encuesta realizada por Chemist4U, que entrevistó a 2000 personas, el 14 por ciento de los participantes en el estudio admitió realizar algún tipo de autosatisfacción en el trabajo.

Además, el 18 por ciento de las personas encuestadas dijeron que habían accedido a contenido pornográfico mientras trabajaban.

Londres también es la ciudad más alta para masturbarse, con el 16 por ciento de los encuestados admitiendo haberlo hecho.

Las personas más propensas a la autosatisfacción son los que tienen entre 25 a 34 años, con el 27 por ciento, seguido por el de 35 a 44 años (18 por ciento) y el de 45 a 54 años que aporta el 15 por ciento.

Increíblemente, los investigadores cruzaron esta variable con el rendimiento de los empleados y llegaron a la conclusión de que masturbarse en el trabajo aumenta la productividad. El profesor de psicología de la Universidad de Nottingham Trent, Mark Sergeant, dijo que hacerlo puede mejorar el enfoque.

El psicólogo y entrenador de vida, el Dr. Cliff Arnall, incluso le dijo al medio que cree que los lugares de trabajo deberían implementar una "política de masturbación" para levantar la moral de la empresa, por así decirlo.

“Esperaría que una política de masturbación resulte en más concentración, menos agresión, mayor productividad y más sonrisas”, agregó. Sin embargo, insiste en que esta política debería tener limitaciones, ya que no se debe alentar a los empleados a fantasear con sus colegas.

"Introducir cualquier forma de comportamiento sexual en un lugar de trabajo podría verse como una pendiente resbaladiza que hace que las personas piensen que otras formas de comportamiento sexual, como las relacionadas con el acoso, son más aceptables".