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Equinoccio de Primavera 2019. ¿Qué es y cuándo ocurre?

Equinoccio de Primavera 2019. ¿Qué es y cuándo ocurre?

El Equinoccio de Primavera es un momento cúlmine del año, en el que casi mágicamente la duración del día y la noche se igualan como consecuencia de la posición del eje de la Tierra con respecto al Sol (que permite que los rayos solares incidan de igual forma sobre ambos hemisferios). Se trata del evento astronómico que marca la entrada de la primavera.

Durante el equinoccio de primavera, el Sol realiza su recorrido habitual por el firmamento, cruzando el llamado “Ecuador celeste”. Además, durante este período, se puede apreciar al Sol en posición perpendicular con respecto a la tierra y todos sus habitantes.

Para responder cuándo ocurre, el equinoccio de primavera tiene lugar entre los días 20 y 21 de marzo en el hemisferio norte, y los días 22 y 23 de septiembre en el hemisferio sur. Solo ocurre una vez al año en cada hemisferio y, paralelamente a él, en el hemisferio opuesto se produce el equinoccio de otoño.

El equinoccio de primavera trae también consigo algunas consecuencias para la vida en la Tierra muy estudiadas por los astrólogos, y motivadoras de mucha curiosidad en el público en general.

Una de ellas es, por ejemplo, que los días empiezan a tener cada vez más minutos de luz solar, dado que el sol sale antes por las mañanas y se pone más tarde todos los días. Esto produce la necesidad de alterar la hora a finales de marzo para disfrutar durante más tiempo de la luz solar. Esta tendencia se mantiene así hasta el solsticio de verano, en el cual se experimenta por única vez “el día más largo del año”.

Por otra parte, el equinoccio de primavera despide el invierno, lo cual significa que a partir de él los días irán volviéndose paulatinamente más cálidos. Durante esta temporada, la naturaleza empieza a reverdecer y alcanza su plenitud. Esa última condición es la que tradicionalmente hace que la primavera esté asociada desde tiempos antiguos con el renacimiento.

Algunas milenarias culturas antiguas, como la maya, daban gran significado a la llegada de la primavera. De hecho, en Chichén Itzá se puede apreciar en el templo levantado en honor al Dios Kukulcán (o Serpiente Emplumada) un juego de luces y sombras que se producen únicamente durante el equinoccio.

El mágico e interesante significado del equinoccio

El equinoccio hace alusión a un concepto muy estudiado y relevante en los campos de interés, por todos los significados ocultos que trae consigo. Se trata del momento del año en que el día y la noche tienen la misma duración debido a que el Sol se encuentra sobre el Ecuador del planeta Tierra. La palabra, como tal, proviene del latín aequinoctĭum, que vendría a traducir ‘noche igual’.

El equinoccio ocurre únicamente dos veces al año, entre el 20 y 21 de marzo y el 22 y 23 de septiembre. Naturalmente se trata del evento astronómico que marca el inicio de la primavera y del otoño, dependiendo del hemisferio en el que se desarrolle el fenómeno.

Para quienes se encuentran en el hemisferio norte, el equinoccio de marzo marcará el inicio de la primavera, y el de septiembre, el del otoño. Mientras que para aquellos que estén en el hemisferio sur, el equinoccio de marzo marcará el inicio del otoño y el del septiembre, el de la primavera.

Durante el equinoccio, el Sol alcanza un concepto llamado “cenit”, es decir, el punto más alto en el cielo, a 90° en relación con una persona en la Tierra. Esto significa que el paralelo de declinación del Sol y el Ecuador celeste coinciden ese día.

En los días del equinoccio, por otro lado, los dos polos terrestres se encuentran a una misma distancia del Sol, de lo que resulta que la luz proyectada sobre la Tierra es igual para ambos hemisferios.

La diferencia del Equinoccio respecto al fenómeno del solsticio

Un solsticio es técnicamente según las disciplinas de la astronomía, el evento en el cual el Sol alcanza su mayor o menor altura en el cielo y, como consecuencia de esto, la duración del día o de la noche es la máxima del año. El solsticio, como tal, marca el inicio del invierno y del verano, y tiene lugar entre los días 21 y 22 de junio, y 21 y 22 de diciembre.

El equinoccio, en cambio, se diferencia del solsticio en que es el momento en que la noche y el día tienen la misma duración, esto se debe a que el sol alcanza su cenit, es decir, el punto más alto en el cielo, a 90° de la posición de una persona ubicada en la Tierra. Por otro lado, el equinoccio marca el inicio de la primavera y el otoño, entre los días 20 y 21 de marzo, y 22 y 23 de septiembre.

Ambos fenómenos, en síntesis, marcan el cambio de las estaciones del año. El evento astronómico produce, según los astrólogos, un impacto en la nivelación de las energías y algunos sucesos que tienen que ver con los perfiles solares y lunares de las personas, según su carta natal.

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