En paralelo, Borda promovió una acción judicial para impugnar la paternidad de Carlos Borda, el hombre que la había criado como hija propia, y otra para que se reconociera la filiación con el artista. Afirmó que su madre había tenido una relación prolongada y secreta con Roberto Sánchez desde 1965, incluso luego de casarse con Borda.
El ADN y los fallos judiciales
En 2014, la Justicia accedió a la impugnación de la paternidad de Carlos Borda. Un año después, los restos de Sandro fueron exhumados para realizar una nueva prueba genética, cuyo resultado también fue negativo. “Los resultados observados son incompatibles con la existencia de un vínculo padre/hija”, señaló el fallo de primera instancia, que fue ratificado por la Cámara.
La mujer apeló por nulidad e inaplicabilidad de la ley, pero en febrero de 2024, la Suprema Corte bonaerense también rechazó el reclamo. Los jueces señalaron que los argumentos de la demandante no alcanzaban para revertir lo dictado por instancias anteriores, que se habían pronunciado con contundencia sobre la inexistencia de un lazo biológico.
Finalmente, la causa llegó en queja a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Allí, el máximo tribunal del país desestimó el recurso y le puso punto final al extenso proceso: los exámenes genéticos habían sido concluyentes y no quedaban dudas de que Roberto Sánchez no fue el padre biológico de la demandante.