En un contexto de exportaciones controladas y un mercado interno con el consumo en baja, los trabajadores de la industria de la carne cerraron un acuerdo paritario con un incremento salarial del 55% hasta marzo del 2023. La cifra también marca una nueva referencia frente al piso del 40% con reajustes propuesto por el Gobierno tras el acuerdo con el FMI.