En 2010, Silvina Luna tomó una decisión que le cambiaría la vida: se sometió a una cirugía estética y recurrió a la ayuda del médico Aníbal Lotocki, quien le hizo una liposucción y mezcló su grasa con metacrilato para inyectársela en los glúteos.
En 2010, Silvina Luna tomó una decisión que le cambiaría la vida: se sometió a una cirugía estética y recurrió a la ayuda del médico Aníbal Lotocki, quien le hizo una liposucción y mezcló su grasa con metacrilato para inyectársela en los glúteos.
A los tres años de su intervención, Silvina comenzó a sufrir problemas de salud y su vida se transformó en un calvario.
A diez años de aquel momento, la modelo se animó a hablar sobre cómo hizo para superar la culpa que sintió por la operación en medio de su disputa legal con el cirujano.
En diálogo con Hola! Argentina, se animó a recordar la decisión que le cambió la vida: “La cirugía fue una decisión equivocada por querer alcanzar un cierto modelo de belleza y lamentablemente tuvo consecuencias en mi salud”. Con trabajo psicológico, aseguró: “Ya me perdoné. Prefiero quedarme con la enseñanza que me dejó esta experiencia y no seguir lamentándome”.
Hace un tiempo, Silvina habló sobre los cambios que decidió hacer para sentirse mejor: "Mi vida por completo cambió, hoy, elijo otra mirada, cuidarme a mí misma y a otros. Estoy segura que solo conocés un lado de mi vida. Pasé años exponiendo mi cuerpo, pensando que el envase era lo único importante. Este pensamiento me llevó a una cirugía que puso en peligro mi vida, hecho que hizo replantearme mi camino y mis valores. Siento que las mujeres tenemos mucho poder, pero ese poder está dentro nuestro, no en nuestros cuerpos”.