El mundo reacciona a la muerte de Maradona, leo en Twitter. Las noticias dicen una cosa pero la realidad es otra: el mundo no reacciona a la muerte de Maradona. Somos Giovanni Galli, el arquero italiano, nos quedamos esperando otra cosa, pero qué otra cosa podía pasar.
A la casa del country en la que estaba viviendo ahora llegaron 9 ambulancias. Pienso en que alguien le hizo reanimación y masajes cardíacos a ese pecho inflado que vimos por la tele. Pienso en que alguien, ahora mismo, prepara el cuerpo para la autopsia. Eso dicen en la tele. A las 19 horas es la autopsia. ¿Cómo estará el corazón de Maradona? ¿Cómo estará su tobillo izquierdo? Alguien va a depositar el cuerpo cansado de Maradona en un ataúd.
El último Maradona que vimos fue en la cancha de Gimnasia, el día de su cumpleaños. Ese era y no era Maradona.
Pero ahora no aparece ese sino el Maradona que todos llevamos dentro: lo primero que se me viene a la cabeza es una canción:
“Maradona no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a una pelota de cuero”. Eso es lo primero que pienso. “Diego Armando, estamos esperando que vuelvas, siempre te vamos a querer”, le canta Calamaro en otra parte de esa misma canción.
¿Cómo será escuchar el relato de Víctor Hugo a partir de ahora? La muerte de Maradona nos encuentra en nuestra casa, o a la salida de un confinamiento inexplicable. Demasiadas preguntas sin respuesta para este año fatídico. Ruggeri está al aire, en la tele, y ayuda a dimensionar la vida de Diego: “Maradona siempre vivió encerrado, siempre en cuarentena”. Maradona no es una persona cualquiera.
Siempre pensamos que estaba por morirse pero nunca nos imaginamos que se iba a morir en esta época del mundo.
Ahora empieza otra historia: la vida post Maradona, la leyenda que ya nos habíamos aprendido se empieza a escribir con la distancia y el tiempo. No todavía, pero el 25 de noviembre de 2020 es este día que tanto imaginamos. Tac. Murió Maradona. Todavía estamos esperando que vuelva, pero siempre lo vamos a querer.