El Dodo no era el pájaro gordo y torpe como se lo ha descripto durante siglos. Incluso, en las recreaciones que se han hecho en películas o dibujos animados. Se sostiene habitualmente que por ser un ave gorda no podía volar y que era muy torpe en sus movimientos y sumamente dócil. Por esas características, fue presa fácil del hombre, que lo cazó y comió hasta extinguirlo.
Parte de la historia fue así, pero no porque el ave fuera gorda o torpe. La mano del hombre modificó tanto su entorno, que se transformó en su enemigo número 1 hasta extinguirlo.
El Dodo, ni torpe ni gordo
El pájaro vivía tranquilo en la isla de Mauricio. Tranquilo en el sentido más amplio de la palabra. La isla estaba deshabitada y los animales del lugar no eran un riesgo para el Dodo. Entonces, siguiendo los apuntes científicos de Darwin, al no estar amenazado, el Dodo conseguía su alimento en el piso, no tenía necesidad de volar para comer o protegerse de depredadores. Y ahora, Gostling y su equipo dicen que tampoco era torpe, en parte por ser gordo. Ni lo uno ni lo otro.
Comía lo necesario y sin esfuerzo, por lo que no necesitaba "acumular" energía en su cuerpo (comiendo demasiado). En Mauricio hace calor todo el año, por lo que tampoco necesitaba grasa para protegerse. Por lo tanto, siguiendo los pocos restos que hay de este bicho, una cabeza y parte de sus patas en museos científicos de Oxford, Conpenhague y Praga, las más modernas tecnologías gráficas permiten reconstruir otra fisonomía. Menos gordo y, por lo tanto, no torpe, sino ágil.
La desaparición se explica, básicamente, por la llegada del hombre a Mauricio.
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La mano del hombre modificó tanto su entorno, que se transformó en su enemigo número 1 hasta extinguirlo.
El hombre cambió todo hasta provocar la extinción
Como el Dodo no tenía depredadores naturales en Mauricio, su vida -siempre siguiendo a Darwin- estaba muy bien adaptada.
- No necesitaba volar para consguir comida o protegerse
- Tenía el alimento siempre a disposición, por lo que no necesitaba "acopiarlo" como reservas en su cuerpo
- No necesitaba grasa para cuidarse del frío (en Mauricio la temperatura es muy agradable)
- Como nada lo amenazaba, el Dodo producía un solo huevo. No necesitaba crías en gran número porque la supervivencia no era un riesgo.
Pero todo comenzó a cambiar en 1598. En ese año, llegaron los primeros conquistadores holandeses y luego portugueses. Se encontraron con una isla virgen, con amplios bosques y en ellos, correteando, el Dodo, el pájaro que no necesitaba volar y que, además, se mostró amistoso y dócil con el hombre. Una combinación tremenda que lo llevó a la extinción.
El hombre cambió todo en muy poco tiempo. Trajo perros, monos y cerdos que se reprodujeron en la isla de Mauricio. Si el Dodo no tenía enemigos, menos esas especies "importadas". En cambio, monos, perros y también los cerdos comenzaron a cazar a los dodos.
El segundo problema fue que sí era un ave grande. Medía 1 metro de alto y pesaba alrededor de 20 kilos. Encima, dócil. Por lo tanto, era más "rendidor" como alimento que las gallinas. Y al ser dócil, el alimento de los hombres estaba garantizado. Allí se puede encontrar la explicación de por qué se la consideró como un ave "gorda". Así como hoy se hace con los pavos o los gansos, se los engordaba deliberadamente para tener, entonces, más carne para comer. Esa gordura provocada por el hombre le pudo hacer perder habilidad, pero no era torpe de antemano.
También se comían sus huevos, pero como el Dodo ponía solo 1 por período, pronto su población comenzó a disminuir.
El último golpe fue indirecto. El hombre deforestó Mauricio para llevar el ébano de la isla a Europa, para los muebles en las ciudades y palacios. Eso modificó radicalmente el ambiente de la Isla. El Dodo perdió muchas fuentes de sus alimentos y, además, con menos bosques, se quedó sin refugios, ante la creciente amenaza de los perros, monos, cerdos y el hombre, por supuesto.
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Por lo tanto, esa combinación de amenazas fueron demasiadas para el Dodo. Tal vez repetir durante siglos que fue un animal "gordo, dócil y torpe" sirvió como excusa para disimular la responsabilidad del hombre por su extinción. Pero solo un dato demueles ese "argumento".
En 1598 llegó el hombre a Maurico, la isla de los dodos. En 1662 se documentó por última vez un ave de esas con vida. No fue por gordo o por la presunta torpeza del Dodo. El hombre, a sabiendas o no, desplegó una serie de acciones que lo llevaron a la extinción.
En portugués, la palabra "doudo" significa "loco". En neerlandés "dadaar" significa "cola gorda". De allí provendría el nombre Dodo. Pero en realidad, sería más justo llamarlo "Depraedatus" porque "ave depredada" en latín (la forma usada en la ciencia para llamar a animales y plantas) se dice "Depraedatus avem".
Si se logra desextinguirlo, será un acto de reparación para el afable Dodo.