En tanto, la directora del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Alicia Cebrián López, se enfocó en el presente y explicó que el fenómeno registrado en las bases antárticas de Chile y Ucrania, con aumentos del nivel del mar de 6 y 23 centímetros respectivamente, se clasificó como un “tsunami instrumental”, es decir, perceptible solo por sensores técnicos.
Pese al levantamiento de la alerta, las autoridades recomendaron a la población no acercarse a la costa ni detenerse en la costanera, aunque muchas de las personas evacuadas ya comenzaron a regresar a sus hogares.
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La cordillera de Los Andes podría ser el próximo punto donde chequen las placas.
El presidente Gabriel Boric suspendió su agenda y siguió la emergencia desde el Palacio de La Moneda, instruyendo el monitoreo constante de la situación, en especial en Punta Arenas, su ciudad natal, que también fue incluida en los protocolos de evacuación.
El epicentro del sismo fue ubicado a 218 kilómetros al sur de Puerto Williams, con una profundidad de 10 kilómetros. El Centro Sismológico Nacional (CSN) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) fueron quienes inicialmente activaron la alerta de tsunami, que luego se descartó tras el análisis de las mediciones.
Ya se registraron siete réplicas
Hasta el momento, no se registraron daños materiales ni personas heridas, y los equipos de emergencia continúan en alerta ante posibles réplicas o fenómenos marítimos anómalos en el extremo sur del continente.
En cuanto a las réplicas que se han sentido, el director del Servicio Sismológico de Chile, Sergio Barrientos, explicó que "lo más probable que ocurra con esta secuencia de temblores es que este sismo de magnitud siete y medio tenga algunas réplicas. Ya tiene siete hasta el momento”.
“Y estas réplicas se vayan distanciando en el tiempo y haciéndose cada vez de menor magnitud. Eso es lo más probable. No podemos decir lo que va a pasar en el futuro, pero lo más probable es que así ocurra", completó.