Las primeras pericias realizadas en el lugar del hecho fueron tajantes: no se encontraron indicios de que hubiera habido más personas implicadas en el suceso. Los especialistas aseguran que Adriana Mattiauda estaba sola en el momento del incendio, aunque los peritos aún no logran precisar las causas que originaron las llamas.
Desde el primer momento, la investigación quedó en manos de la Justicia de Castelli, que ordenó la autopsia y un peritaje exhaustivo del vehículo para descartar hipótesis de crimen, accidente o desperfecto mecánico.
La Ruta 11, donde tuvo lugar este siniestro, ya había sido testigo de otras situaciones fatales en el pasado. Sin embargo, la muerte de Adriana Mattiauda volvió a encender las alertas sobre la seguridad vial y las condiciones de los vehículos que transitan por la zona.
El despliegue de los bomberos y la llegada de efectivos de la policía científica no pasó desapercibido. Quienes circulaban por la zona quedaron paralizados ante la imagen de un auto completamente calcinado con una persona dentro. Muchos grabaron escenas del operativo con sus teléfonos celulares, pero las autoridades cercaron rápidamente el perímetro.
Mientras la familia de la víctima intenta procesar el dolor, la Justicia se enfoca en determinar si el incendio fue accidental, provocado o producto de una falla técnica. La autopsia a los restos de Adriana Mattiauda podría arrojar datos decisivos sobre el estado físico en el que se encontraba al momento del siniestro.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que no se descarta ninguna hipótesis, pero todo apunta, por el momento, a que no hubo intervención de terceros. Tampoco se encontraron rastros de combustible en el lugar, ni señales de un choque o explosión previa.
Este trágico episodio no es el primero en conmocionar a la región en lo que va del año. A principios de marzo, un accidente en la Ruta Nacional 35, en las cercanías de Villa Iris, dejó un saldo desgarrador: dos mujeres muertas y una menor herida. En ese caso, un Fiat Fiorino se despistó, cayó en un arroyo y terminó envuelto en llamas.
El accidente ocurrió en el kilómetro 65, en el límite entre Buenos Aires y La Pampa. Las víctimas no pudieron escapar del vehículo incendiado, mientras que la menor fue rescatada en medio del fuego. Las escenas fueron igual de impactantes que las vividas en el caso de Mattiauda, y reavivaron el debate sobre la seguridad en rutas nacionales y provinciales.
El denominador común de ambas tragedias fue el fuego, que en minutos borró cualquier posibilidad de reconstruir fácilmente la secuencia de los hechos. En el caso de Adriana Mattiauda, la imposibilidad de identificar a simple vista el origen del incendio complica aún más la investigación.
Peritos trabajan ahora sobre el motor del Renault Sandero, analizan las condiciones del tanque de nafta y las conexiones eléctricas del vehículo. También intentan reconstruir la ruta que siguió Mattiauda antes de detenerse en el kilómetro 171, para saber si presentó problemas en el trayecto.
La causa se tramita como “averiguación causales de muerte”, una carátula habitual en situaciones donde no hay pruebas concluyentes de homicidio ni indicios de suicidio. En paralelo, la familia de la víctima fue notificada del hecho y, según trascendió, está colaborando con la investigación.
Fuentes judiciales indicaron que se está relevando información sobre el entorno personal de Mattiauda, sus últimos contactos y sus actividades recientes, como parte del protocolo habitual en este tipo de hechos.
En redes sociales, la noticia se viralizó rápidamente. Muchos usuarios compartieron su desconcierto ante lo ocurrido y exigieron respuestas. Otros, en cambio, expresaron su pesar y pidieron respeto por la memoria de la víctima.
En los grupos de vecinos de La Plata, donde vivía Mattiauda, se multiplicaron los mensajes de condolencias. Algunos incluso relataron haber compartido actividades comunitarias con ella y destacaron su compromiso con causas sociales.
Qué se sabe hasta ahora
A pesar de los esfuerzos de los investigadores, las certezas siguen siendo escasas. Solo se sabe que:
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El auto fue hallado incendiado al costado de la Ruta 11.
Dentro del vehículo estaba el cuerpo calcinado de Adriana Mattiauda.
No hay pruebas de que otras personas estuvieran involucradas.
La causa está caratulada como “averiguación causales de muerte”.
Se está a la espera del resultado de la autopsia.
Un final trágico en una ruta que ya conocía el horror
La muerte de Adriana Mattiauda volvió a poner el foco en la Ruta 11, una vía que atraviesa paisajes serenos pero que, cada tanto, se convierte en escenario de tragedias difíciles de explicar. Lo que comenzó como un sábado más en la región, terminó con un operativo policial, peritos forenses y un profundo silencio en la calzada.
La investigación seguirá su curso en los próximos días. Mientras tanto, el dolor por la pérdida y las dudas sobre lo que ocurrió siguen marcando el pulso de un caso que, por ahora, no tiene respuestas definitivas.