TRISTEZA ABSOLUTA

Hallan asesinada a Flora Moyano con un mensaje macabro escrito en su cuerpo

La mujer había sido reportada como desaparecida el día anterior. El caso rápidamente sacudió a la opinión pública por su brutalidad, por el trasfondo de violencia de género y por la escalofriante inscripción que tenía la víctima en su cuerpo: un mensaje que apuntaría directamente a su expareja y que parece haber sido escrito para marcarla como propiedad.

Hallan asesinada a Flora Moyano con un mensaje macabro escrito en su cuerpo

Mendoza amaneció el domingo 27 de julio con una noticia estremecedora. El cuerpo sin vida de Flora Inés Moyano, de 60 años, fue hallado en un descampado de la ciudad, cerca de una papelera ubicada en la calle Junín, entre Pedro Pascual Segura y Manuel A. Sáez. La mujer había sido reportada como desaparecida el día anterior. El caso rápidamente sacudió a la opinión pública por su brutalidad, por el trasfondo de violencia de género y por la escalofriante inscripción que tenía la víctima en su cuerpo: un mensaje que apuntaría directamente a su expareja y que parece haber sido escrito para marcarla como propiedad.

La búsqueda de Flora Inés Moyano comenzó el sábado, tras su desaparición. Según fuentes policiales, fue una patrulla la que descubrió el cadáver durante un recorrido de rutina el domingo por la mañana. El cuerpo se hallaba cubierto por maleza, parcialmente oculto, en una zona de difícil acceso. Los primeros indicios mostraban signos evidentes de violencia física.

Aún se aguardan los resultados oficiales de la autopsia para determinar la causa exacta de la muerte, aunque ya se habla de un ataque extremadamente violento. El hallazgo coincidió con la detención de Walter Jesús Molina Corvalán, expareja de Flora y principal sospechoso del femicidio, quien ya se encontraba cumpliendo una condena penal pero se beneficiaba con un régimen de salidas transitorias.

Los detalles que emergen del caso son aún más macabros. Según trascendió en el portal MDZ Online, el asesino habría dejado un mensaje escrito en el cuerpo de la víctima, con una frase cargada de violencia machista y posesiva: “Ahora no c... con nadie más”. La frase, que no ha sido desmentida por fuentes oficiales, refuerza la hipótesis de un crimen por motivos de género, producto de una relación de control y celos extremos.

Flora Moyano, según indicaron fuentes cercanas a la investigación, estaba decidida a cortar definitivamente el vínculo con Molina Corvalán, algo que éste no habría aceptado. Esa decisión, según presumen los investigadores, habría desencadenado el ataque fatal.

La revelación del prontuario de Walter Jesús Molina Corvalán no hizo más que intensificar la indignación social. El hombre, con un largo historial de delitos violentos, estaba cumpliendo una condena por abuso sexual con acceso carnal, impuesta en octubre de 2015. A pesar de contar con informes técnicos negativos, se le concedieron salidas transitorias.

La ministra de Seguridad de Mendoza, Mercedes Rus, fue tajante en sus declaraciones. A través de sus redes sociales, compartió una cronología de las condenas del presunto femicida:

  • Abuso sexual con acceso carnal – octubre de 2015

  • Amenazas simples – julio de 2015

  • Amenazas agravadas – febrero de 2009

  • Robo agravado en concurso real – diciembre de 2003

  • Homicidio – octubre de 2000

Además, informó que Molina Corvalán había sido investigado por una decena de causas más, entre ellas tentativa de hurto, robo con agravantes, amenazas calificadas y encubrimiento.

“Un abusador reincidente y ahora femicida con salidas transitorias pese a los informes técnicos negativos. Una víctima que no fue protegida”, denunció Rus en su cuenta oficial de X (ex Twitter).

Poco se sabía de Flora hasta su trágico final. Tenía 60 años y una vida marcada por la discreción y el trabajo silencioso, según señalaron allegados. Algunos vecinos indicaron que la mujer había sufrido violencia durante años y que, recientemente, había mostrado signos de querer alejarse definitivamente de su expareja.

Flora murió en manos de un hombre que, según los registros, ya había matado antes. La posibilidad de que este sujeto estuviera en libertad, incluso parcialmente, pese a su peligrosidad documentada, desató una ola de indignación en Mendoza y en todo el país.