DOLOR ABSOLUTO

Murió una nena argentina de 12 años en pleno fin de semana largo

Una nena murió en un accidente en Chile y otra en Filipinas: dos tragedias familiares que estremecen a Argentina y al mundo.

Murió una nena argentina de 12 años en pleno fin de semana largo

Una nena murió en un accidente ocurrido en plena ruta chilena mientras regresaba con su familia a la Argentina durante el fin de semana largo. La víctima, de apenas 12 años, viajaba en una camioneta que, por causas que ya investiga la Justicia del país vecino, terminó volcando tras perder el control en medio de una densa neblina. El impacto contra una barrera de contención resultó fatal.

La tragedia sucedió cerca de las comunas de Los Lagos y Panguipulli, en la región de Los Ríos, en el sur de Chile. El grupo familiar, todos de nacionalidad argentina, se desplazaba por la ruta de regreso hacia su país de origen cuando el padre, quien conducía el vehículo, perdió el dominio del mismo. Esto ocurrió en cercanías del puente Malihue, un tramo sinuoso donde las condiciones climáticas eran adversas.

Según las primeras informaciones brindadas por medios locales y confirmadas por autoridades de tránsito, el vehículo impactó contra una baranda metálica y luego volcó, lo que provocó que la niña saliera despedida y sufriera heridas de extrema gravedad. Su fallecimiento fue confirmado en el lugar por personal de emergencia que arribó minutos después del accidente.

Niebla, velocidad y una ruta peligrosa

La intensa neblina jugó un rol determinante en esta tragedia. Así lo indicaron los primeros análisis realizados por los peritos de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Carabineros, que llegaron a la escena tras la orden de intervención dispuesta por la Fiscalía chilena.

Testigos presenciales mencionaron que, en ese tramo de la carretera, la visibilidad era prácticamente nula. La combinación entre el clima y la velocidad a la que circulaba la camioneta habría sido suficiente para que el conductor perdiera el control, a pesar de tener experiencia al volante.

El padre de la víctima y otros dos ocupantes resultaron con heridas de consideración. Todos fueron trasladados al hospital de Los Lagos, donde permanecen internados bajo observación. El estado de salud de los adultos se mantiene reservado, pero estable, según el último parte médico difundido.

El Cuerpo de Bomberos de Los Lagos expresó su pesar en redes sociales:

"Lamentamos profundamente la pérdida de una vida en este trágico accidente y extendemos nuestras más sinceras condolencias a la familia y seres queridos de la víctima, todos con nacionalidad de Argentina".

Otra tragedia: el horror llegó también desde Asia

El mismo domingo, a miles de kilómetros, una nena murió en un accidente similar en el aeropuerto Ninoy Aquino, en Manila, Filipinas. Tenía apenas 4 años y fue una de las víctimas fatales cuando una camioneta se estrelló contra una pasarela peatonal tras perder el control e impactar contra una baranda. En el mismo episodio murió un hombre adulto cuya identidad aún no ha sido divulgada.

Las primeras versiones indican que el conductor del vehículo involucrado fue detenido inmediatamente. Las autoridades filipinas están trabajando para esclarecer las circunstancias que llevaron al desenlace fatal en un espacio que, por norma, debería estar restringido a vehículos a baja velocidad.

Un operador del aeropuerto comentó tras el siniestro:

“En este momento, estamos esperando la confirmación oficial sobre la causa del incidente y los informes de heridos”.

El hecho ocurrió en la Terminal 1 del principal aeropuerto internacional de Filipinas, un lugar con alta circulación tanto de turistas como de personal del aeropuerto. Varias personas resultaron heridas, aunque no se ha precisado cuántas ni cuán grave es su estado de salud.

Coincidencias que duelen

Ambas tragedias, ocurridas casi en simultáneo pero en extremos opuestos del mundo, tienen un punto en común que resulta difícil de ignorar: la pérdida de niñas pequeñas en circunstancias similares. En ambos casos, los vehículos involucrados perdieron el control y terminaron estrellándose contra estructuras fijas. En ambos casos, la fatalidad se ensañó con las víctimas más vulnerables.

En Chile, las condiciones climáticas fueron el factor determinante; en Filipinas, aún se desconoce si fue un error humano o una falla mecánica. Sin embargo, el dolor de las familias y el impacto emocional que dejan estos sucesos no conocen fronteras.

Las cifras que alertan

De acuerdo con datos del Ministerio de Transporte de Chile, durante los fines de semana largos se duplican los siniestros viales. La razón principal: el aumento del tránsito por rutas turísticas combinadas con condiciones meteorológicas adversas en zonas de montaña o cordillera.

En Filipinas, los registros del Departamento de Transporte y Comunicaciones muestran que los aeropuertos son escenarios de incidentes viales más frecuentes de lo que se cree. La mezcla entre flujo constante de vehículos, falta de mantenimiento y errores humanos pueden provocar consecuencias graves incluso en zonas que deberían ser seguras.

Reacciones que conmueven

La comunidad argentina en Chile expresó su consternación a través de mensajes y publicaciones en redes sociales. Algunos compatriotas ofrecieron ayuda logística para colaborar con el traslado del cuerpo de la menor y el acompañamiento a la familia herida.

Organizaciones de prevención vial volvieron a alzar la voz sobre la necesidad de reforzar campañas de concientización y control en fechas clave, como fines de semana largos. "Este tipo de tragedias se pueden evitar si se reduce la velocidad, se extrema la precaución y se refuerza la señalización", declararon desde la fundación Luchemos por la Vida.

En Filipinas, el aeropuerto Ninoy Aquino fue escenario de escenas de desesperación. Imágenes difundidas por medios locales muestran el momento posterior al impacto, con cuerpos en el suelo, policías perimetrando el área y pasajeros conmocionados. Se suspendieron momentáneamente los accesos a la terminal para permitir el trabajo de los equipos de emergencia.

Una vuelta que nunca terminó

La familia argentina que regresaba al país nunca imaginó que su vuelta tras el fin de semana XXL terminaría en tragedia. Los allegados más cercanos ya están viajando hacia Chile para acompañar en este momento crítico. Las autoridades consulares están brindando asistencia y acelerando los trámites necesarios para la repatriación.

Los investigadores de la SIAT siguen trabajando para reconstruir la dinámica completa del accidente. Se tomaron pruebas de alcoholemia al conductor, se inspeccionó el vehículo y se analizan los registros climáticos del momento.

En Manila, la investigación avanza con cámaras de seguridad y declaraciones de testigos presenciales. Aunque el conductor fue detenido, las autoridades no descartan que una falla técnica haya contribuido al desastre.

Ambos episodios reavivan el debate sobre seguridad vial, prevención y responsabilidad al volante, ya sea en rutas de montaña o en zonas aeroportuarias. Y, sobre todo, dejan una herida abierta difícil de cerrar para las familias que hoy enfrentan la pérdida más dura.