La policía lo detuvo en la terminal de trenes de San Martín, desde donde pretendía trasladarse hacia Retiro, presuntamente con la intención de escapar de la provincia e incluso del país. Pero ¿quién es Franco Rubén Giménez? ¿Cuál es su historial? Y lo más inquietante: ¿actuó solo?
La investigación permitió reconstruir el oscuro prontuario del acusado, que revela antecedentes que, por su gravedad, hacen pensar en las oportunidades fallidas que tuvo la Justicia para frenar su espiral de violencia.
La primera causa registrada contra él es del 16 de junio de 2023. En esa ocasión, fue denunciado por resistencia a la autoridad, tras agredir a personal sanitario que lo atendía. Luego, el 23 de diciembre de 2024, una nueva denuncia lo señaló por violencia de género: atacó a su expareja. Y apenas unos meses después, el 6 de febrero de 2025, otra causa se abrió en su contra, esta vez por amenazas contra una de sus sobrinas.
Todo indica que la violencia era parte de su vida cotidiana, y que el entorno conocía su carácter explosivo. A esto se suma que percibiría una pensión por epilepsia, condición que, según algunos testimonios, utilizaba como justificación para su comportamiento errático.
Para la fiscalía, el móvil del crimen podría haber sido económico. Se sospecha que el objetivo de Giménez era apropiarse de la vivienda de la víctima. Esta teoría cobra fuerza si se tiene en cuenta que convivía con María Claudia Sack en esa casa y que no contaba con ingresos estables más allá de la pensión mencionada.
Uno de los puntos más inquietantes que se investiga es si Giménez contaba con apoyo externo para su intento de fuga. Fuentes cercanas a la causa indicaron que existen vínculos con personas en Paraguay, lo que hace pensar en la posibilidad de un plan premeditado para salir del país. Se investiga si hubo encubridores o contactos que lo esperaban del otro lado de la frontera.
La policía analiza en estos días los movimientos previos del sospechoso. Cómo accedió a dinero, qué transporte planeaba tomar desde Retiro, y si contaba con documentación falsa o ayuda logística. El hecho de que intentara evadir a la justicia justo después de que su plan comenzara a desmoronarse indica una fuga cuidadosamente planeada, aunque mal ejecutada.
Los vecinos del barrio aún no salen del shock. Muchos lo conocían de vista, y si bien sabían de algunos conflictos domésticos, nadie imaginó que Franco Rubén Giménez pudiera estar involucrado en un crimen de tal brutalidad. Según una vecina, que prefirió no dar su nombre: “Era callado, algo extraño, pero jamás pensamos que podía hacer algo así. Era como un fantasma en la casa”.
La investigación se encuentra ahora en una etapa clave. La fiscalía trabaja en los peritajes forenses para confirmar con ADN la identidad de los restos hallados. Aunque los indicios son abrumadores, el procedimiento científico es esencial para sostener la acusación en juicio. Al mismo tiempo, se realizan pericias psiquiátricas a Giménez, que hasta ahora se ha mostrado evasivo en las declaraciones.
También se están analizando los dispositivos electrónicos encontrados en la casa y en poder del acusado, incluyendo el celular de la víctima, que puede contener mensajes, fotos o grabaciones que ayuden a esclarecer los momentos previos al crimen.
Mientras tanto, el caso de María Claudia Sack se ha convertido en una bandera para exigir justicia y visibilizar la violencia extrema contra las mujeres, que sigue dejando víctimas incluso en sus propios hogares, donde deberían sentirse seguras.
El caso resuena con fuerza también por el fallo estructural del sistema judicial y de protección: una persona con múltiples antecedentes por violencia, con denuncias formales y antecedentes penales recientes, no fue controlada ni monitoreada, y terminó cometiendo uno de los crímenes más atroces del año.
La sociedad vuelve a preguntarse por qué se repiten estos casos. ¿Qué señales se ignoran? ¿Qué medidas fallan? Y, sobre todo, ¿cómo es posible que una mujer termine descuartizada y quemada en su propia casa por alguien que convivía con ella y que ya tenía un historial violento?
Los investigadores creen que el esclarecimiento del caso es inminente, pero saben que las ramificaciones pueden llegar más lejos. El celular de Giménez y sus conexiones digitales podrían abrir una nueva línea de investigación que determine si hubo más personas involucradas, ya sea en el crimen o en el intento de fuga.
Por ahora, Franco Rubén Giménez está detenido y a disposición de la Justicia. Pero la memoria de María Claudia Sack exige algo más: una respuesta concreta sobre cómo prevenir la próxima tragedia.