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Descuartizó y quemó a su pareja: los aberrantes antecedentes de Franco Rubén Giménez

Franco Rubén Giménez está acusado de un brutal femicidio y buscaba escapar tras un plan que revela conexiones y antecedentes escalofriantes.

Descuartizó y quemó a su pareja: los aberrantes antecedentes de Franco Rubén Giménez

Franco Rubén Giménez es el principal sospechoso del crimen que ha conmocionado a Pilar y al país entero. La víctima fue María Claudia Sack, una jubilada de 65 años que fue brutalmente asesinada, descuartizada y cuyos restos fueron encontrados quemados en el patio de su casa. Este hecho no solo generó un fuerte impacto por su brutalidad, sino también por los detalles que comenzaron a surgir conforme avanzó la investigación.

Todo comenzó el 1° de mayo, fecha en la que una sobrina de la víctima decidió acercarse hasta la vivienda ubicada sobre la calle El Jilguero al 1100, en el partido bonaerense de Pilar. Hacía dos días que intentaba contactarse con su tía sin éxito. Lo que encontró al llegar fue solo el principio de una trama de horror: Franco Rubén Giménez, quien residía en la misma casa, la recibió con una frase que encendió todas las alarmas. “Se fue a Córdoba”, le respondió cuando ella preguntó: “¿Dónde está mi tía?”.

Mientras se desarrollaba ese breve y tenso intercambio, la sobrina intentó comunicarse con el celular de su tía. Lo que ocurrió a continuación fue clave: el teléfono comenzó a sonar en los bolsillos de Giménez. En ese instante, el hombre salió corriendo.

La sobrina no dudó. Se comunicó con la policía de inmediato. Lo que hallaron los efectivos en el domicilio terminó por confirmar el peor de los presagios: una bolsa con huesos quemados en el interior de un tacho de basura. El caso, desde entonces, quedó en manos de la fiscal María José Basiglio, de la Unidad Funcional de Instrucción de Violencia de Género de Pilar. Se abrió una investigación bajo la carátula de femicidio, y la Sub DDI local fue asignada a las tareas operativas.

La policía lo detuvo en la terminal de trenes de San Martín, desde donde pretendía trasladarse hacia Retiro, presuntamente con la intención de escapar de la provincia e incluso del país. Pero ¿quién es Franco Rubén Giménez? ¿Cuál es su historial? Y lo más inquietante: ¿actuó solo?

La investigación permitió reconstruir el oscuro prontuario del acusado, que revela antecedentes que, por su gravedad, hacen pensar en las oportunidades fallidas que tuvo la Justicia para frenar su espiral de violencia.

La primera causa registrada contra él es del 16 de junio de 2023. En esa ocasión, fue denunciado por resistencia a la autoridad, tras agredir a personal sanitario que lo atendía. Luego, el 23 de diciembre de 2024, una nueva denuncia lo señaló por violencia de género: atacó a su expareja. Y apenas unos meses después, el 6 de febrero de 2025, otra causa se abrió en su contra, esta vez por amenazas contra una de sus sobrinas.

Todo indica que la violencia era parte de su vida cotidiana, y que el entorno conocía su carácter explosivo. A esto se suma que percibiría una pensión por epilepsia, condición que, según algunos testimonios, utilizaba como justificación para su comportamiento errático.

Para la fiscalía, el móvil del crimen podría haber sido económico. Se sospecha que el objetivo de Giménez era apropiarse de la vivienda de la víctima. Esta teoría cobra fuerza si se tiene en cuenta que convivía con María Claudia Sack en esa casa y que no contaba con ingresos estables más allá de la pensión mencionada.

Uno de los puntos más inquietantes que se investiga es si Giménez contaba con apoyo externo para su intento de fuga. Fuentes cercanas a la causa indicaron que existen vínculos con personas en Paraguay, lo que hace pensar en la posibilidad de un plan premeditado para salir del país. Se investiga si hubo encubridores o contactos que lo esperaban del otro lado de la frontera.

La policía analiza en estos días los movimientos previos del sospechoso. Cómo accedió a dinero, qué transporte planeaba tomar desde Retiro, y si contaba con documentación falsa o ayuda logística. El hecho de que intentara evadir a la justicia justo después de que su plan comenzara a desmoronarse indica una fuga cuidadosamente planeada, aunque mal ejecutada.

Los vecinos del barrio aún no salen del shock. Muchos lo conocían de vista, y si bien sabían de algunos conflictos domésticos, nadie imaginó que Franco Rubén Giménez pudiera estar involucrado en un crimen de tal brutalidad. Según una vecina, que prefirió no dar su nombre: “Era callado, algo extraño, pero jamás pensamos que podía hacer algo así. Era como un fantasma en la casa”.

La investigación se encuentra ahora en una etapa clave. La fiscalía trabaja en los peritajes forenses para confirmar con ADN la identidad de los restos hallados. Aunque los indicios son abrumadores, el procedimiento científico es esencial para sostener la acusación en juicio. Al mismo tiempo, se realizan pericias psiquiátricas a Giménez, que hasta ahora se ha mostrado evasivo en las declaraciones.

También se están analizando los dispositivos electrónicos encontrados en la casa y en poder del acusado, incluyendo el celular de la víctima, que puede contener mensajes, fotos o grabaciones que ayuden a esclarecer los momentos previos al crimen.

Mientras tanto, el caso de María Claudia Sack se ha convertido en una bandera para exigir justicia y visibilizar la violencia extrema contra las mujeres, que sigue dejando víctimas incluso en sus propios hogares, donde deberían sentirse seguras.

El caso resuena con fuerza también por el fallo estructural del sistema judicial y de protección: una persona con múltiples antecedentes por violencia, con denuncias formales y antecedentes penales recientes, no fue controlada ni monitoreada, y terminó cometiendo uno de los crímenes más atroces del año.

La sociedad vuelve a preguntarse por qué se repiten estos casos. ¿Qué señales se ignoran? ¿Qué medidas fallan? Y, sobre todo, ¿cómo es posible que una mujer termine descuartizada y quemada en su propia casa por alguien que convivía con ella y que ya tenía un historial violento?

Los investigadores creen que el esclarecimiento del caso es inminente, pero saben que las ramificaciones pueden llegar más lejos. El celular de Giménez y sus conexiones digitales podrían abrir una nueva línea de investigación que determine si hubo más personas involucradas, ya sea en el crimen o en el intento de fuga.

Por ahora, Franco Rubén Giménez está detenido y a disposición de la Justicia. Pero la memoria de María Claudia Sack exige algo más: una respuesta concreta sobre cómo prevenir la próxima tragedia.