AySA, en el centro del nuevo plan privatizador
AYSA es la mayor empresa de agua potable y saneamiento del país. Desde su estatización en 2006, la compañía estuvo bajo control estatal, brindando servicio a más de 14 millones de personas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense.
La decisión de avanzar en su privatización marca un giro estructural en la política de servicios públicos, en línea con los objetivos del gobierno de Javier Milei de achicar el Estado y promover la participación del sector privado en áreas consideradas no esenciales.
Cómo será el proceso de privatización de AySA
El esquema diseñado por el Poder Ejecutivo contempla una combinación de dos mecanismos:
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Una licitación pública nacional e internacional para seleccionar un operador estratégico que se haga cargo de la gestión operativa de la empresa.
Una oferta pública inicial (OPI) que permitirá abrir el capital accionario en los mercados financieros para que otros inversores privados puedan adquirir acciones de AYSA.
Según explicó Adorni, este modelo apunta a garantizar transparencia, competencia y pluralidad de oferentes, al tiempo que mantiene una participación mínima del Estado, que conservará el 10% del paquete accionario como forma de fiscalización y representación institucional.