Indignación: mujer policía fue captada saliendo de la celda de un preso luego de haber mantenido relaciones sexuales. Mirala.
Un video grabado dentro de una prisión del Reino Unido se volvió viral en las últimas horas y generó un verdadero revuelo en redes sociales. En las imágenes se ve a una agente penitenciaria saliendo de una celda, segundos después de haber tenido relaciones sexuales con un recluso.
La grabación —difundida inicialmente en la red social X (antes Twitter)— corresponde a un episodio ocurrido en 2024, pero que volvió a circular recientemente tras confirmarse que la agente fue liberada tras cumplir solo una parte de su condena. El caso había estremecido a la opinión pública británica por las implicancias éticas, legales y de seguridad institucional que implica una relación de este tipo dentro del sistema penitenciario.
Las imágenes muestran con claridad cómo la oficial abandona la celda sin percatarse de que está siendo registrada. Aunque no se muestra el acto explícito, los tiempos, gestos y el contexto no dejan lugar a dudas: hubo un encuentro íntimo con el detenido, quien aparece instantes después acomodándose la ropa.
El video fue clave para el avance de la causa judicial. En cuestión de horas se viralizó a través de X y otras plataformas, generando debates encendidos sobre los límites de la autoridad, el abuso de poder y la vulnerabilidad dentro del sistema carcelario.
La condena y su rápida liberación
Tras una investigación interna y judicial, la mujer fue apartada de sus funciones y enfrentó cargos por conducta inapropiada en el ejercicio de su deber. En 2024 fue condenada a 15 meses de prisión, una sentencia que en su momento fue considerada ejemplificadora.
Sin embargo, lo que reactivó la polémica es que, pese a haber sido sentenciada a más de un año, fue liberada apenas cinco meses después, en libertad condicional. Este hecho reavivó la indignación de muchos ciudadanos, quienes consideran que hubo un trato desigual o que la pena no fue cumplida como correspondía.
Las redes estallaron. Usuarios británicos y de otros países expresaron opiniones divididas. Algunos criticaron la actitud de la agente por violar el código de conducta, mientras que otros apuntaron al sistema penitenciario por no tener protocolos más estrictos para evitar este tipo de situaciones.
