En este contexto, una de las industrias que requiere mayor atención en este campo es la de los bancos. Según la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), los fraudes bancarios crecieron en la Argentina un 3000% entre 2020 y 2022. "Los cibederdelitos son un fenómeno que abarca tanto los ataques a los sistemas informáticos -por ejemplo, casos de accesos ilegítimos o de destrucción de información-, como aquellos en los que se utilizan esos sistemas como medio para cometer otros delitos -fraudes a través de internet", explican de la UFECI.
Además de las experiencias personales que comparten las víctimas de estas estafas virtuales por redes sociales, las empresas y distintos actores que forman parte del ecosistema digital también tienen la responsabilidad de abrir su conocimiento para concientizar a la gente. "No para asustar, sino para prevenir, no para que la gente compre menos por Internet u otros canales digitales, sino más; aunque en forma más segura y prudente", asegura Lorena Comino, CEO y cofundadora de Facturante, empresa que ofrece solución integral de comprobantes electrónicos en todos los canales.
Estafas virtuales: 10 recomendaciones para evitar caer en estos fraudes
Las estafas existen tanto en el mundo real como online. Por ello, para contribuir a la prevención de estas estafas virtuales, especialistas de Facturante compilaron las mejores recomendaciones sobre cómo prevenir y tomar consciencia de estos nuevos delitos digitales.
- No contestar contactos, ni links o archivos sospechosos: la primera recomendación es estar atento a la llegada de pedidos o llamados, requerimientos de información de procedencias no habituales o que resulten extrañas. No apurarse en contestar, menos en abrir adjuntos. Ni hablar cuando ofrecen grandes beneficios o premios. Nunca responder correos electrónicos que soliciten datos personales y no hacer clic en el enlace que compartan.
- Corroborar la existencia y reputación del comercio: al comprar por Internet, es importante asegurarse de que el comercio realmente existe. En Argentina, las empresas tienen la obligación de informar su nombre y número de CUIT, ya sea en la venta tradicional o en la realizada por teléfono, correo o web. Su veracidad se puede verificar a través de la página de AFIP, en su apartado “Constancia de inscripción”.
- Llevar registro: es importante conservar los comprobantes, facturas, fotos, textos usados para promocionar productos, datos enviados por mail e incluso la dirección URL donde se realizó la compra. Esas van a ser las herramientas de reclamo o denuncia penal.
- No compartir los datos de las tarjetas de crédito a través de correo o servicios de mensajería: realizar los pagos desde computadoras o dispositivos personales, nunca desde computadoras de uso comunitario. Evitar redes Wi-Fi abiertas.
- Proteger información personal: es fundamental cuidar la información personal con contraseñas que sean difíciles de adivinar y, en lo posible, cambiarlas periódicamente.
- No hacer cambios por pedido de otros: debemos tener presente que nunca un banco o un organismo público va a pedir que alguien cambie sus datos personales o claves por Internet, a través de un enlace enviado en un correo, por redes sociales o mediante un llamado telefónico.
- Comprobar avales: es clave informarse sobre la reputación de la tienda o el sitio antes de realizar una compra en línea. La experiencia de otro usuario puede servirnos y mucho.
- Doble autenticación: en lo posible, usar el doble factor de autenticación en todas las aplicaciones.
- En compras offline y telefónicas: seguir esta misma lógica. Es decir, al utilizar medios electrónicos en espacios físicos u otros entornos afines, es fundamental tomar recaudos afines a la compra online.
- Hay canales para denunciar: siempre se pueden realizar denuncias en comisarías, fiscalías o a través de la línea 137.
En definitiva, ante el auge del consumo online y la mayor exposición a vulnerabilidades, la mejor iniciativa es informarse y prevenir estas estafas virtuales y delitos cibernéticos.