Una película basada en hechos reales que conmueve a todos ya está en Netflix, la protagoniza Ana de Armas y tiene una historia que emociona.
Su mezcla de drama, compromiso social, romance y tragedia no solo atrapa desde el primer minuto, sino que deja al espectador con una profunda sensación de admiración y reflexión.
El film, dirigido con una sensibilidad precisa, reconstruye los últimos momentos en la vida de Sergio Vieira de Mello, un alto diplomático de Naciones Unidas, mientras repasa su recorrido profesional y personal en algunos de los escenarios más complejos del planeta. La propuesta no solo reconstruye hechos históricos, sino que logra generar una conexión emocional con la audiencia gracias a su enfoque humano, su excelente elenco y una narrativa que transita entre lo político y lo íntimo.
Sergio Vieira de Mello fue un diplomático brasileño con más de tres décadas de experiencia en la ONU. A lo largo de su carrera, trabajó en regiones conflictivas como Timor Oriental, Sudán, Líbano y Kosovo. Sin embargo, su última misión, en Bagdad, marcaría un punto de inflexión irreversible: tras un atentado perpetrado por Al Qaeda en 2003, quedó atrapado bajo los escombros de la sede de Naciones Unidas.
Es en medio de esa tragedia donde la película sitúa su núcleo narrativo. A través de flashbacks, Sergio rememora momentos determinantes de su vida, desde negociaciones clave hasta sus vínculos personales más profundos. Es ahí donde la figura de Carolina Larriera, una economista argentina y pareja del diplomático, cobra protagonismo. Su historia de amor no solo aporta humanidad al relato, sino que muestra también el impacto emocional de quienes acompañan a quienes dedican su vida al servicio internacional.
La cinta, que tiene una duración cercana a las dos horas, logra un equilibrio notable entre lo institucional y lo emocional. Si bien se abordan cuestiones diplomáticas complejas, la narrativa se sostiene principalmente sobre las emociones, los vínculos y las decisiones personales del protagonista.
La dirección, a cargo de Greg Barker (quien ya había realizado un documental sobre el mismo personaje) encuentra el punto justo entre el homenaje y la crítica. No se idealiza a Sergio, sino que se lo retrata en toda su complejidad: un hombre brillante, idealista, con contradicciones internas y una vocación que lo llevó a perderlo todo.
Uno de los puntos más elogiados de la película basada en hechos reales que conmueve a todos es sin duda su elenco. Wagner Moura, conocido por su papel como Pablo Escobar en Narcos, se pone en la piel de Sergio con una interpretación sobria, intensa y comprometida. Moura no solo logra transmitir el carisma y la autoridad del personaje, sino también su lado vulnerable y humano.
Por su parte, Ana de Armas brilla en el papel de Carolina Larriera. La actriz logra dar vida a un personaje clave que equilibra pasión, fuerza y sensibilidad. La química entre ambos es uno de los pilares de la historia, y permite que el romance funcione como motor narrativo y emocional.
El elenco se completa con actuaciones sólidas de Garret Dillahunt, Brían F. O'Byrne y Will Dalton, quienes interpretan a colegas y compañeros de Sergio durante su última misión en Bagdad.
Sergio Vieira de Mello no fue un personaje cualquiera. Antes de su muerte, era considerado como uno de los candidatos más firmes para asumir la Secretaría General de Naciones Unidas. Su trágico fallecimiento en el atentado de Bagdad generó conmoción internacional y dejó un vacío difícil de llenar en el ámbito diplomático.
Carolina Larriera, quien sobrevivió al ataque y fue una de las personas más cercanas a Sergio, ha sido también una figura clave para mantener viva su memoria. A través de entrevistas, escritos y participaciones en proyectos audiovisuales, ha contribuido a reconstruir su legado y a destacar la dimensión humana de una figura muchas veces asociada únicamente con la política.