

Situada en el microcentro porteño, así evolucionó la plaza más antigua de Buenos Aires.
La Plaza de Mayo hoy y ayer es caracterizada por ser un punto de encuentro de miles de expresiones populares desde el 25 de mayo de 1810. En esa fecha, los criollos reclamaron y manifestaron su pedido por la liberación de la corona española y del mismo Virrey. Años más tarde, en un contexto socioeconómico muy tenso y de gran incremento de pobreza, los argentinos exigían “que se vayan todos” en diciembre del 2001 al ritmo de las cacerolas
En este sentido, La Plaza de Mayo hoy es un símbolo que representa y engloba gran parte de la historia argentina y de la lucha del pueblo por convertirse en una República, defendiendo sus derechos. Está ubicada en las esquinas de la manzana Balcarce, Rivadavia, Bolívar e Hipólito Yrigoyen.
Este espacio, fue un testigo clave del nacimiento, historia y evolución de la patria. Desde el comienzo del capítulo independentista argentino asentado el 9 de julio de 1810 se instaló un Cabildo Abierto, convocando a la Primera Junta en la Casa de Gobierno. Desde allí se observaba una Plaza de Mayo que acompañó las decisiones políticas.
La plaza cuenta con dos monumentos:
La plaza se encuentra en el centro de importantes edificios históricos y representativos de Buenos Aires. Los mismos son:
En sus comienzos la Plaza de Mayo se llamó Plaza Grande en el año 1580. Originalmente fue ocupada por los jesuitas hasta 1661 año en que todas sus construcciones fueron demolidas.
Luego, la manzana cambia de nombre pasándose a llamar Plaza Mayor. Allí se llevaron a cabo ceremonias religiosas y oficiales. Además funcionaba el mercado local con un espacio para estacionamiento de carretas a caballo. También era el lugar en donde se practicaron las ejecuciones públicas y los castigos establecidos a miembros de la población.
Como esparcimiento, todos los martes el pueblo se acercaba para jugar a la lotería y, los niños participaban ayudando a sacar los números ganadores. Si bien, era la plaza más importante de Buenos Aires, en aquel entonces era un descampado lleno de barro de unos aproximadamente 20 mil metros cuadrados. Su arquitectura fue evolucionando con la llegada de la primer galería construida en el año 1803 llamada La Recova. La misma estuvo en funcionamiento hasta 1883 que fue destruida por el primer intendente Torcuato de Alvear.
Esta figura expropió los mercados de la plaza particulares y creó tres nuevos centros municipales. Con el correr de los años el espacio se fue limpiando y estructurando hasta convertirse en un lugar de paso de muchas ciudadanos y emblemático para la política.
La Plaza de Mayo tuvo obras naturales de la mano del paisajista Thays quien se encargó del diseño del lugar. Además contó con iluminación a gas y luego eléctrica para alumbrar la plaza en el horario nocturno. La urbanización de este espacio, con la llegada de fuentes y continuos cuidados para la preservación de la historia hacen en la actualidad que, la conocida también como Plaza de la Victoria sea objeto de turismo y fotografía mundial.