Otro miércoles de tensión se vivió en las inmediaciones del Congreso Nacional en una nueva marcha de jubilados. La Policía aplicó el protocolo antipiquetes cuando los manifestantes cortaron la calle y tiraron gas pimienta.
Otro miércoles con incidentes y represión en la marcha de los jubilados frente al Congreso.
Otro miércoles de tensión se vivió en las inmediaciones del Congreso Nacional en una nueva marcha de jubilados. La Policía aplicó el protocolo antipiquetes cuando los manifestantes cortaron la calle y tiraron gas pimienta.
Al igual que el miércoles pasado, el padre Paco fue agredido por la Policía. A la marcha también se sumaron diferentes partidos de izquierda y el operativo estuvo a cargo de la Policía Federal y la Prefectura.
La marcha comenzó minutos antes de las 15, la hora prevista, y se espera la llegada de más personas. En esos momentos se encontraban un grupo reducido de jubilados, con banderas y pancartas que se expresaban contra el gobierno de Javier Milei.
El padre Paco estuvo cerca de ser detenido, pero lo dejaron ir y luego se lo vio visiblemente afectado por el gas pimienta: "Estaba rezando le padre nuestro", comentó el sacerdote.
“Íbamos a estar en el anexo del Congreso, en la vereda, pero estaba todo vallado. Le tienen miedo a los curas, ya no mandamos al infierno”, señaló el cura, quien la semana pasada sufrió un corte en el medio de la manifestación.
La columna de manifestantes cortó la Avenida Callao, pero la Prefectura avanzó a pie y con escudos para desalojar la calle. También utilizaron gas lacrimógeno. Se vieron empujones y forcejeos entre los jubilados y los efectivos.
La movilización de este miércoles cuenta, en definitiva, con la participación del núcleo que sostiene el reclamo desde hace varios años. Son los que buscan visibilizar el bajo monto de las jubilaciones mínimas, que actualmente se encuentra en $366.481,75.