Las fuertes lluvias que comenzaron el jueves 8 de abril y se extendieron hasta el domingo 11 tomó por sorpresa incluso a los especialistas climáticos. Si bien aclararon que la distribución de lluvias “fue la esperada”, el volumen de agua dejó marcas récords.
Según el especialista José Luis Aiello, “se trató de un evento atípico y extremadamente raro que se llama ‘evento convectivo de meso escala’”, y que es una “convección severa de un radio de acción del orden de 50 km".
“El evento fue muy localizado y con una intensidad extraordinaria: en la región núcleo se esperaban algo más de 30 a 40 mm pero el evento dejó casi 100 mm en promedio”, expresaron desde la Bolsa rosarina.
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Pasaron las lluvias, y el ministro de Economía Martín Guzmán sigue de cerca la performance de los cultivos. Los "agrodólares" son clave en su estrategia.
En algunos casos puntuales se dieron registros de más de 250 mm. “Fueron 230 mm que cayeron en tres horas”, comentaron desde Marcos Juárez, en Córdoba. Mientras que en Montes de Oca, muy cerca pero del lado santafesino, el acumulado fue de 260 mm.
“En principio, no se esperan grandes niveles de pérdida”, dijeron en Marcos Juárez los técnicos tras la recorrida por la zona. Allí falta cosechar 50% de soja de primera y 70% del maíz de primera. Pero advirtieron: “es fundamental que se mantenga el buen tiempo durante la semana, y que en lo que queda de abril las lluvias no se desmadren”.
“Los inconvenientes de enfermedades dependen de cómo siga el tiempo de acá en más, ya que con días soleados y poca humedad no habría problemas”, indicaron.
Otro epicentro de lluvias muy importantes estuvo en el centro oeste de Buenos Aires. En Trenque Lauquen la tormenta acumuló 235 mm, en Bolívar 175 mm y Daureaux 125 mm.
Entre Ríos también tuvo un gran foco: el centro provincial recibió 150 a 200 mm.
El temor
Nadie, ni entre los productores y el Gobierno, quieren que se repita el final de la cosecha 2017/18, cuando las lluvias regresaron con demasiada fuerza tras cuatro meses de falta de agua. Así, la combinación de la mayor sequía en 50 años con la la intensidad de las precipitaciones y las altas temperaturas al momento de la cosecha, dejaron una producción final de 36 millones de toneladas, con una caída del 37% en relación al ciclo anterior. Un episodio con gran impacto sobre el ingreso de divisas y la economía en general.
Por eso, ahora se espera que el tiempo frío y seco se mantenga en la semana, con excepción de una inestabilidad para este próximo jueves y viernes sólo en el norte de Santa Fe.
"El evento que dejamos atrás tiene características netamente de tiempo extremo, estos sucesos no se repiten con mucha frecuencia. Los escenarios no muestran posibilidades de que vuelvan a repetirse eventos así pero eso no implica que no ocurran; hay una mayor incertidumbre de los sistemas atmosféricos. Lamentablemente, los fenómenos de tiempo extremo vinieron para quedarse”, concluyó.