Por Rafael Meruane (*)
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Por Rafael Meruane (*)
Hace unas semanas, el mundo estaba pendiente del colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y sus posibles efectos en la economía. Muchos actores financieros se vieron afectados, en mayor o menor medida. Sin embargo, el precio de las criptomonedas se comportó de manera diferente: en los últimos 7 días, el valor de las 20 principales criptos creció más de 30%.
Esta semana, de hecho, el precio de Bitcoin se ubica alrededor de los USD 28.000, mientras que el precio de Ethereum superó los USD 1.700. A modo de referencia, recordemos que el valor de ambas criptomonedas a inicios de marzo era de USD 23.630 y USD 1.665, respectivamente.
Esta situación se puede entender a partir de algunas causas puntuales.
Por un lado, las medidas económicas de la Fed: la Reserva Federal de Estados Unidos reaccionó a la crisis anunciando nuevas medidas económicas para el sistema financiero.
En ese sentido, para aportar liquidez, se inyectaron USD 143.000 mil millones en el mercado a través de una nueva línea de crédito que acepta Bonos y Mortgage-backed securities, entre otros, como colateral valorizado a precio nominal y no a su precio de mercado, entregando el 100% de su valor nominal como crédito a los bancos que lo soliciten.
Esta política de la Fed atenta contra el libre mercado y es totalmente artificial. Al quedar demostrada la fragilidad del sistema bancario y su necesidad de recurrentes rescates e intervenciones, volvieron los temores de una posible inflación, provocando que grandes cantidades de personas e instituciones se vuelquen hacia Bitcoin como un refugio.
De hecho, como ocurrió en 2008 con la crisis subprime, vemos que Bitcoin está cumpliendo la función con la que fue creado en 2009: un activo digital descentralizado que no puede ser controlado por gobiernos, bancos centrales o entidades gubernamentales.
En ese contexto, además, Bitcoin gana popularidad como una verdadera forma de dinero legítimo, mientras el sistema de reserva fraccionaria cada vez pierde mayor legitimidad.
Otra de las razones que explican esta actualidad en el valor de las criptomonedas tiene que ver con la separación con el S&P 500: uno de los índices más importantes de Estados Unidos y más representativo de la situación real del mercado, cayó un 1,1% el viernes pasado.
Durante 2022, Bitcoin estuvo directamente correlacionado con este índice, pero este mes de marzo ambos se separaron, reforzando el valor de las criptomonedas como una alternativa frente a la incertidumbre del sistema tradicional.
La función más poderosa de las criptomonedas es convertirse en una alternativa frente a la inestabilidad del sistema bancario tradicional, así pasó en 2009 y vemos que seguirá ocurriendo en el futuro.
Por lo tanto, la salida de diversos actores debido a malas operaciones internas, deja el camino abierto para que el ecosistema cripto se refuerce positivamente y las personas interesadas en invertir en criptomonedas cuenten con las garantías para ello.
(*) El autor es cofundador de CryptoMarket.