La repetición de este tipo de tragedias en tan corto plazo encendió la alarma en toda la comunidad deportiva jujeña. Más allá del dolor, los dos casos consecutivos reavivan el debate sobre los controles médicos previos que deben cumplir quienes participan en ligas amateurs, especialmente en categorías senior, donde la edad y las condiciones físicas exigen mayores cuidados.
Si bien en muchas ligas del país se solicita una constancia médica anual para poder participar, lo cierto es que no siempre se realizan chequeos exhaustivos que incluyan estudios cardíacos o pruebas de esfuerzo. Además, en muchos casos, los partidos se desarrollan en contextos donde no hay presencia médica inmediata o desfibriladores disponibles, lo que limita las chances de respuesta ante emergencias como la que sufrió Figueroa.
Desde la Liga de Veteranos de San Pedro aún no emitieron un comunicado oficial, pero ya se discute la posibilidad de exigir controles más estrictos a partir de la próxima temporada. Algunas voces del ámbito local proponen que los clubes sean responsables de garantizar que sus jugadores cuenten con evaluaciones médicas completas, especialmente en categorías donde participan mayores de 50 años.
La muerte de Vicente Figueroa no solo deja dolor en su familia y compañeros, sino también una advertencia que golpea de lleno a un fenómeno cada vez más popular en la Argentina: el fútbol amateur de veteranos. En una sociedad que valora la actividad física a cualquier edad, esta nueva tragedia obliga a mirar con atención qué medidas se toman para garantizar que ese deseo de seguir jugando no se transforme, como en este caso, en un riesgo para la vida.